En todas las ediciones del curso de Especialista en Responsabilidad Social Empresarial, Sostenibilidad y Reputación Corporativa me surge, antes o después, una pregunta: La responsabilidad social empresarial ¿es una necesidad o un lujo?

La pregunta no puede ser más acertada, si se entiende por lujo todo aquello que no está estrictamente exigido por el ordenamiento jurídico de aplicación. En un alto porcentaje de ocasiones, el debate se centra en las ventajas competitivas que genera la buena imagen de una empresa con una fuerte política de responsabilidad social empresarial (RSE), concluyendo que, adicionalmente a los obvios beneficios sobre la sociedad y el medio ambiente, la RSE es una herramienta de acceso a nuevos nichos de negocio en los que el cliente tiene alto nivel de exigencia en términos de sostenibilidad.

Pues bien, recientemente hemos podido leer en la prensa especializada que el BBVA movilizará 100.000 millones de euros hasta 2025 en financiación verde y sostenible y van más allá anunciando que dejarán de financiar proyectos ligados al uso del carbón para reducir su exposición a este combustible fósil, comprometiéndose, además, a que el 70% de la energía contratada por el BBVA, para el 2025, sea renovable.

Esta noticia no sólo responde a la política de RSE del BBVA, sino que abre una nueva oportunidad de financiación para aquellos proyectos en los que la sostenibilidad sea un elemento principal. Si esta misma idea se analiza en sentido contrario, se puede afirmar que los proyectos que no tengan en cuenta la sostenibilidad en su diseño, ejecución y explotación no podrán acceder a una fuente de financiación de 100.000 millones de euros.

Por otro lado, dada la importancia a nivel mundial que tiene el BBVA dentro del sector de la banca, es de esperar que esta iniciativa sea implementada por más entidades bancarias y que en los próximos años la sostenibilidad sea uno de los elementos de mayor importancia a la hora de acceder a financiación.

Todo lo anterior, añade un nuevo matiz a nuestro típico debate en el curso de especialista Responsabilidad Social Empresarial, Sostenibilidad y Reputación Corporativa. Dado que la RSE implica, entre otras cosas, incorporar la sostenibilidad en la toma de decisiones en las empresas, se convertirá en el corto plazo en una herramienta clave para posicionar la marca y sus proyectos como sostenibles y, por ende, poder acceder a nuevas fuentes de financiación.

Parece, por lo tanto, que la RSE además de permitir el acceso a nuevos nichos de negocio, será el pilar en el que las empresas fundamenten su acceso a nuevas formas de financiación que, viendo las tendencias actuales, van a ser las únicas en un futuro no muy lejano.

Es lógico pensar que si las empresas van a empezar a necesitar herramientas de RSE para posicionarse de cara al acceso a la financiación, las mismas empresas van a necesitar profesionales que asuman nuevas responsabilidades y competencias relacionadas con la RSE, pero sabemos qué competencias deben reunir un/a responsable de RSE

Especialista en RSE, Sostenibilidad y Reputación Corporativa

Especialista en RSE, Sostenibilidad y Reputación Corporativa. Fuente SaraGCoca

Para formarse en Responsabilidad Social empresarial consulta la nueva edición del curso de Especialista en Responsabilidad Social Empresarial, Sostenibilidad y Reputación Corporativa.