Desde ayer está en vigor un nuevo reglamento comunitario destinado a reforzar el control del comercio ilegal de madera y a reducir el impacto medioambiental de esta práctica, según anunció el viernes la Comisión Europea (CE).

La nueva normativa contempla una serie de prohibiciones que pretenden resolver el problema de la tala ilegal en todo el mundo, una práctica que genera graves impactos económicos, ambientales y sociales, según informó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.

El reglamento, que afectará tanto a la madera importada como a la nacional, aborda este problema desde la doble vía de la oferta y la demanda, a través de medidas concretas como los acuerdos bilaterales con los seis principales países productores de madera, entre ellos Camerún, Ghana, Liberia e Indonesia.

Así, la CE exige que los agentes que comercializan por primera vez madera en el mercado interior deben estar sujetos al «sistema de diligencia debida», mientras que los comerciantes deben informar sobre su abastecedor y su comprador para poder rastrear posteriormente la madera.

En concreto, los operadores deben tener acceso a la información que describe los productos y la madera, sobre el país en el que se recolecta y sobre la cantidad, los datos del proveedor y la información acerca del cumplimiento de la legislación nacional.

Por otro lado, se impone un mayor control por parte de los operadores para evaluar y controlar la posible existencia de madera ilegal dentro de su cadena de suministro.

«La tala ilegal es un problema generalizado que suscita gran inquietud a nivel internacional. Supone una grave amenaza para los montes porque contribuye al proceso de deforestación y de degradación de los bosques, responsable de, aproximadamente, el 20 % de las emisiones mundiales de CO2», afirma la CE en su nota.

Asimismo, la Comisión recordó que la deforestación supone un riesgo para la biodiversidad y debilita la gestión y el desarrollo sostenibles de los montes, además de contribuir a la desertización y a la erosión del suelo y acentuar los fenómenos meteorológicos.

Según la CE, la tala ilegal constituye una «práctica de lo más preocupante» debido al actual sistema de demanda mundial de madera y productos derivados, junto con las deficiencias institucionales y de gobernanza del sector forestal en algunos países productores.

Países como EEUU o Australia ya han puesto en marcha normativas similares a la de la UE para eliminar la tala ilegal y el comercio asociado a esta práctica y contribuir de este modo a mitigar el cambio climático.

Aplicación del Reglamento

Cada Estado miembro de la UE deberá designar un órgano competente encargado de coordinar la ejecución del Reglamento. Los Estados miembros deberán determinar asimismo el tipo y el alcance de las sanciones aplicables en caso de incumplimiento de la normativa.

El Reglamento contempla la posibilidad de que la Comisión Europea reconozca «entidades de supervisión». Se trata de organizaciones privadas que ofrecerán a los agentes de la UE sistemas de diligencia debida ya en funcionamiento. De este modo, los agentes podrán desarrollar sus propios sistemas, o bien aplicar alguno de los elaborados por una entidad de supervisión.

Documento informativo de la UE

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Fuente: http://www.eldiario.es y http://ec.europa.eu