La Estrategia Energética Euskadi 2020 plantea una serie de iniciativas para corregir el déficit de aprovechamiento de energías renovables y conseguir que su cuota en el consumo final crezca al final de la década un mínimo de seis puntos y alcance el 14%. La construcción de nuevos parques eólicos será imprescindible para conseguir estos objetivos.

El Gobierno Vasco aprobó ayer el documento que define los ejes de las políticas públicas dirigidas a poner a disposición de familias y empresas energía a un coste razonable con el máximo respeto al medio ambiente. El nuevo plan no rompe con el anterior y mantiene como prioridades el crecimiento de las renovables, mayor eficiencia energética y menor dependencia del petróleo.
Su novedad principal radica en el peso que adquiere la investigación en nuevas tecnologías como el vehículo eléctrico, parques eólicos experimentales, el almacenamiento de energía o la energía generada por las olas. Por el contrario, no contempla levantar nuevas centrales de ciclo combinado teniendo en cuenta la evolución del consumo de electricidad.

La Estrategia Energética Euskadi 2020 supone un nuevo intento de elevar el peso de las fuentes renovables en el sistema energético vasco. El anterior plan fracasó en su objetivo de tener en 2010 un aprovechamiento de las energías renovables de 978.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep) y no se llegó ni siquiera a las 500.000 tep, con un grado de cumplimiento del 30%.
El mismo nivel de cumplimiento, muy escaso, se reprodujo en el caso de la participación de las energías renovables en la demanda y el suministro eléctrico.
El objetivo del nuevo plan es incrementar el aprovechamiento de las energías renovables cerca de un 90% para alcanzar en el año 2020 las 900.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep), lo que significaría pasar del 8% al 14% de cuota en el consumo final. El documento baraja incluso elevar el objetivo hasta el 17% si los avances tecnológicos lo permiten.

Parque eólico Monte Oiz, Vizcaya. Foto: wikipedia

Energía eólica
La energía eólica es fundamental para alcanzar estas cifras y el consenso político volverá a ser el reto y el obstáculo. El Departamento de Industria está decidido a intentarlo de nuevo consciente de que no habrá nuevos parques eólicos si las diferentes instituciones involucradas, Gobierno y Diputaciones, no sellan un pacto.
El equipo que lidera el consejero Bernabé Unda está trabajando ya en la redacción del nuevo Plan Territorial Sectorial (PTS) de la Energía Eólica teniendo como referencia el acuerdo suscrito el pasado año con las instituciones forales, del que finalmente se descolgó Alava. El criterio es el equilibrio entre el aprovechamiento del viento y el respeto a la riqueza medioambiental de Euskadi.

El crecimiento de las energías renovables depende de la eólica y en menor medida de la biomasa. La Estrategia Energética Euskadi 2020 plantea aumentar la capacidad de producción de los parques eólicos en 580 megavatios (MW): actualmente la capacidad asciende a 145 MW y el objetivo sería dejarlo en 2020 en más de 725 MW.
Fuentes del Departamento de Industria explicaron que van a presentar en el primer trimestre del próximo ejercicio una propuesta al resto de instituciones. «Vamos a ser claros y vamos a plantear que si queremos conseguir mayor peso de las energías renovables hay que hacer estos parques. Habrá un esquema para cada objetivo». «Nosotros estamos dispuestos y las demás instituciones tendrán que decir públicamente qué piensan. Si no hay parques, Euskadi seguirá a la cola en renovables», constatan.
Y es que en estos momentos Euskadi es una de las autonomías con menor implantación de las energías renovables a pesar de que, curiosamente, varias de sus empresas son punteras en el mundo en tecnología aplicada y venden sus productos en los cinco continentes. Los aerogeneradores vascos giran en Europa, Asia o América y, en cambio, son pocos los que lo hacen en suelo vasco .

El cumplimiento de los objetivos en renovables requerirá también un mayor desarrollo de la biomasa (+106 MW) y la energía solar (+115 MW).
La Estrategia Energética de Euskadi 2020 tiene otros objetivos como mejorar el ahorro energético en un 22% y reducir el consumo final de petróleo en el año 2020 un 9% respecto a los registros de 2010. El mayor esfuerzo en este terreno se localiza en el sector del transporte con el uso de energías alternativas y la introducción de 37.100 vehículos eléctricos.
El desarrollo tecnológico-industrial de las empresas vascas vinculadas a la energía es otro de los retos del plan . El objetivo consiste en que el sector facture un 25% más y lleve a cabo inversiones por valor de 10.710 millones de euros en los próximos diez años, de los cuáles el 16,5% serían aportados por las instituciones públicas.

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