España es el país de la UE que más hectáreas dedica a la agricultura ecológica con 1.845.039 inscritas en 2011, al contrario que los cultivos tradicionales que han dejado de explotar más de 1,3 millones de hectáreas en los últimos 10 años

La agricultura ecológica se ha consolidado en España y somos el país de la UE que más superficie dedica a esta producción, con 1.845.039 hectáreas inscritas en 2011 y un crecimiento del 11,76%. Este aumento se produce al mismo tiempo que las explotaciones agrícolas tradicionales se ven obligadas a cerrar debido a los bajos precios en origen y al aumento del precio de fertilizantes químicos y plaguicidas. En España se han dejado de cultivar más de 1,3 millones de hectáreas en los 10 últimos años. También en la facturación se ha producido una brecha entre ambos tipos de producción.

Según el Ministerio de Agricultura, los alimentos ecológicos han aumentado su facturación un 11,7% en el último ejercicio, mientras que los convencionales la han bajado un 0,9%. Estas cifras reflejan, según José Luis Yustos, director de A21soCtenible, que “mientras la agricultura y la ganadería convencionales están en caída libre, la única producción agrícola y ganadera que está en auge es la ecológica”. No obstante, esta agricultura aún tiene asignaturas pendientes como aumentar la producción y la oferta y mejorar la comercialización de sus productos.

La producción de alimentos ecológicos se ha convertido en uno de los nichos de crecimiento más significativos y con mayor potencial de la agricultura española. En los últimos 20 años el cultivo ecológico en España ha pasado de 4.235 hectáreas a más de 1,8 millones, debido, según los expertos, a que los consumidores están cada vez más concienciados por su salud. Creen que consumir productos ‘bio’ es comer sano y no dudan en pagar más por unos alimentos saludables. En España, los alimentos ecológicos están presentes en la cuarta parte de los hogares y se consumen, al menos, una vez al mes. Entre los más demandados se encuentran la fruta y las verduras frescas.

Muchos agricultores han detectado esta necesidad y ven en la agricultura ecológica una forma de obtener mayor valor añadido por sus productos, principalmente en mercados internacionales, en los que facturan más de 500 millones de euros y envían cerca del 60% de su producción. A juicio de Óscar Montouto, profesor del curso de Agricultura ecológica: motor de desarrollo económico sostenible junto con Jose Luis Yusto, “la mayor parte de las exportaciones se realizan a Centroeuropa donde valoran mucho nuestras frutas y verduras ecológicas, pero también estamos presentes en mercados más alejados como Estados Unidos o Japón a los que exportamos aceite y vino ecológicos”.

Mercado ecológico en Huesca. Imagen. flickr UAGA Aragón

El precio de estos alimentos, generalmente superior al de los obtenidos mediante la agricultura convencional, ha supuesto un incentivo para que muchos agricultores tradicionales decidan convertir sus explotaciones en ecológicas. No obstante, estos precios pueden igualarse dependiendo del lugar donde se compren los productos y de la temporada. José Luis Yustos cree que “muchas hortalizas ecológicas cuando están en plena temporada tienen precios muy similares a las convencionales” y asegura que hay “excelentes” vinos ecológicos con precios equiparables a los que no lo son. Otra diferencia de precio la marca el lugar en el que se adquieren los alimentos. “No es lo mismo comprar frutas ecológicas en una tienda de delicatessen que comprarlos directamente al agricultor ecológico”, asegura Yustos.

Asignaturas pendientes

A pesar de su crecimiento sostenido, la producción ecológica aún tiene asignaturas pendientes que aprobar. Entre ellas, su baja producción debido a las reducidas dimensiones de las explotaciones. Según la confederación de consumidores Asgeco, “la producción de estos alimentos resulta insuficiente para satisfacer la demanda actual”. También el pequeño tamaño de las explotaciones hace que la diversificación de productos sea escasa y que los consumidores tengan dificultades para acceder a una oferta de alimentos diversificada.

Otros de los retos que tienen que afrontar los agricultores ecológicos son los altos costes debido a la dificultad que tienen para aprovechar economías de escala por la insuficiente dimensión de sus tierras de labor y una reducida y poco estructurada red de comercialización. Actualmente existe una escasa presencia de productos ecológicos en los circuitos de distribución convencionales. En concreto, en España existen unos 4.000 puntos de venta de estos productos y el 40% de ellos se venden en la gran distribución, mientras que el 60% se hace por canales especializados. Según el Ministerio de Agricultura, estos productos representan un 0,21% de las ventas en volumen de los supermercados y del 0,36% en valor.

Aún con estos inconvenientes, el Ministerio de Agricultura considera que la producción ecológica en España tiene un futuro prometedor y estima que entre 2020 y 2025 el consumo de estos alimentos cubrirá el 3% del consumo alimentario nacional, con un valor de mercado próximo a los 4.000 millones de euros.

Jose Luis Yustos y Óscar Montouto colaboran con el Instituto Superior del Medio Ambiente como docentes del curso online Agricultura ecológica: motor de desarrollo económico sostenible

Fuente: ARNDigital y MAGRAMA