El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente somete a información pública, hasta el próximo 19 de junio, la modificación la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados, que consiste en establecer la recogida separada obligatoria de los residuos peligrosos de origen doméstico y de residuos textiles antes del 31 de diciembre de 2024. También incluye la obligación de recoger de forma separada los biorresiduos antes del 31 de diciembre de 2020 para los municipios de más de cinco mil habitantes y antes del 31 de diciembre de 2023 para el resto de municipios.

La Directiva 2008/98/CE de residuos ha sido recientemente modificada y está pendiente de publicación. Esta directiva establece los objetivos de preparación para la reutilización y reciclado de residuos municipales, los de recogida separada, anteriormente indicados, así como otras cuestiones relacionadas con las definiciones, la figura de subproducto, el fin de la condición de residuo o la descontaminación en determinados casos de los residuos previamente a su valorización.

Con la modificación propuesta, el Gobierno gana tiempo en la aplicación de esta directiva, sin esperar al plazo de 24 meses a contar desde su publicación.

Desde la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales, ASEGRE, se valora positivamente que se haya incluido la recogida separada de residuos peligrosos de origen doméstico, ya que se mejorará su gestión y evitará la contaminación de este tipo de residuos, facilitando el reciclado de sus fracciones.

Algunos ejemplos de este tipo de residuos peligrosos domésticos son los aceites lubricantes con pictogramas de peligro, algunos productos de limpieza, pinturas, barnices, biocidas y fitosanitarios. También pilas, baterías, fluorescentes y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) tales como televisiones, frigoríficos y pequeños aparatos.

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Sin coste adicional

El anteproyecto de ley establece que estas medidas no podrán suponer un incremento de gastos de dotaciones o personal. La Ley de residuos y suelos contaminados establece en su artículo 22 el objetivo de preparación para la reutilización y reciclado de residuos de competencia municipal que debe alcanzar España en 2020 -el 50%-, incorporando así el correspondiente objetivo fijado en el artículo 11 de la Directiva 2008/98/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de noviembre de 2008 sobre los residuos y por la que se derogan determinadas Directivas -Directiva Marco de Residuos-.

Recientemente, esta Directiva ha sido revisada y en lo que respecta a los objetivos de preparación para la reutilización y reciclado de residuos municipales, se han fijado objetivos ambiciosos para el medio y largo plazo: 55% para 2025, 60% para 2030 y 65% para 2035.

El modelo de recogida de residuos municipales predominantemente implantado en nuestro país, según los datos de los últimos años, se recicla en torno al 30% de los residuos municipales, lejos del objetivo vigente de reciclado del 50% de residuos municipales para 2020. Además, que de ese 30%, nueve puntos porcentuales corresponden al reciclado de biorresiduos recogidos de forma mezclada con la fracción resto, que no se podrán computar a partir de 2027, lo que hará que el porcentaje de reciclado de nuestro país se reduzca aún más, si no se adoptan medidas eficaces al respecto.

Para garantizar el cumplimiento del objetivo vigente de reciclado del 50% de residuos municipales en 2020, el Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (Pemar 2016-2022), aprobado por Acuerdo del Consejo de Ministros el 6 de noviembre de 2015, incluyó como medida a adoptar por las autoridades competentes, el incremento de la recogida separada, en cantidad y calidad, de las distintas fracciones que de los residuos municipales, en especial de la de los biorresiduos.

Éstos constituyen la fracción mayoritaria de los residuos domésticos -sobre el 40%- por lo que su recogida separada es esencial para cumplir los objetivos a medio y largo plazo de reciclaje de residuos municipales.

Sobre los textiles, el modelo de consumo actual, ligado a la renovación frecuente del vestuario y bajos precios, hacen que el residuo de textil y calzado esté cada vez más presente entre los residuos municipales -entre 10 y 20 kg de residuos de ropa por habitante y año

Fuente: El Economista, ASEGRE