La asociación Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura (PANACEX) ha denunciado ante la Unión Europea que el Gobierno regional no ha sometido a Evaluación Ambiental Estratégica la incidencia de los proyectos eólicos acogidos a los decretos autonómicos de 2005 y 2010, como establece la normativa comunitaria.

Este colectivo remitió una carta certificada a la Comisión Europea (CE) el pasado 5 de octubre para denunciar estos hechos.

La normativa comunitaria transgredida, según PANACEX, es la Directiva 2001/42/CE, de 27 de junio de 2001, relativa a la evaluación de los efectos de determinados planes y programas sobre el medio ambiente.

Esta directiva fue incorporada al derecho español a través de la Ley 9/2006 del 28 de abril 2006.

La asociación cita además en su carta un informe de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).

Según PANACEX el Gobierno regional no ha sometido a Evaluación Ambiental Estratégica la incidencia de los proyectos eólicos

«La falta de Evaluación Ambiental Estratégica y de una adecuada evaluación de proyectos ha llevado a una implantación caótica de parques, con graves impactos ambientales. Para ilustrar lo que está pasando, se expone el desarrollo eólico en Extremadura», dice el informe recogido por PANACEX.

A partir de ahí, asegura que, de los 116 proyectos propuestos en Extremadura, 16 tienen parte de su polígono de actuaciones dentro de alguna Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y 11 dentro de algún Lugar de Interés Comunitario (LIC).

Además, 82 se proyectan a menos de 10 kilómetros de espacios de la Red Natura 2000.

Algunos de los espacios afectados son tan importantes como la Sierra de San Pedro, con la población más densa de águila imperial ibérica del mundo, según la SEO/BirdLife.

Según el presidente de PANACEX, Ramón Rodríguez, estos proyectos de energía eólica pueden «hipotecar» gravemente el futuro turístico y cinegético de gran parte del territorio extremeño.

A su juicio, se destruirán y convertirán en zonas semiindustriales bellísimos paisajes y espacios naturales fuente de una industria mucho más «ecológica y rentable» que la energía eólica, que no se sostiene sin subvenciones y tarifas eléctricas cada día más caras

Fuente: EFE