Hoy día el Ecodiseño ha evolucionado hacia la Economía Circular. Ya no es posible seguir el modelo de extraer, producir, usar y tirar. Es preciso trabajar, desde el diseño de un producto, para conseguir el máximo aprovechamiento de todos sus componentes, a lo largo de toda la cadena de valor, incluido al final de su vida útil.

Las grandes empresas que se preocupan por su futuro apuestan por la innovación. Pero la verdadera innovación implica tener en cuenta qué ocurre con el producto que se vende, a lo largo de todas las fases de su ciclo de vida.

Fuente: The Ellen MacArthur Foundation

Apple ha adoptado esta manera de pensar y quiere que reciclar sus productos sea tan fácil como usarlos; asegurándose de que esta operación se hace responsablemente y dándole una oportunidad a los distintos elementos de cada aparato, para ser utilizados nuevamente.

Por esta razón, Apple ha adoptado el compromiso de ayudar a reciclar sus productos de forma responsable y para ello ha desarrollado un programa (Apple Renew program) que permite a los consumidores reciclar sus aparatos viejos online o en las tiendas. En el 99 % de los países en los que vende sus productos, Apple desarrolla un Programa de Reutilización y Reciclaje, de manera que cada tienda de distribución en el mundo acepta los productos de Apple para un reciclaje responsable.

Si no se reciclan correctamente, los desechos electrónicos puede ser un problema grave para la salud y el medio ambiente. Para obtener un beneficio rápido, los recicladores piratas vierten los desechos electrónicos en vertederos o utilizan técnicas peligrosas que pueden causar liberaciones de productos tóxicos y dañar el medio ambiente.

Por ello, Apple recicla sus productos localmente y evalúa rigurosamente, cada año, las instalaciones con las que colabora, en materia de: salud y seguridad de los trabajadores; cumplimiento ambiental; trazabilidad de los materiales; y responsabilidad social.

Apple dispone de robots capaces de desmontar 1,2 millones de iPhones al año, para reutilizar todos sus componentes. Puedes verlo en este vídeo muy educativo, en que el robot Liam nos hace una interesante demostración.

En el año 2014 se recogieron 40.396 toneladas de residuos electrónicos, lo que representa más del 75% del peso total de los productos vendidos en los 7 años anteriores.

Gracias a ello, no fue preciso extraer mediante minería materiales como aluminio, acero, cobre, oro, plata y paladio; tampoco fue necesario procesar estas materias primas, evitando (entre otras cosas) el consumo de recursos naturales, la ocupación de la tierra y la emisión de Gases de Efecto Invernadero.

Como ejemplo, la instalación de uso múltiple de Apple, situada en Cork (Irlanda), ha obtenido la primera acreditación de “Cero Residuo a Vertedero”, fuera de Norteamérica. En ella hay instalaciones corporativas y de fabricación, y ninguna de sus 13.400 toneladas de residuos anuales se envía a los vertederos. El mismo embalaje en el que se reciben los componentes iMac, se reutiliza para su entrega a los clientes iMac. Y todo el cartón, los embalajes de espuma, las bandejas de plástico, los cables eléctricos, y los pallets son reciclados. Incluso el aceite de cocina de la cafetería se recupera para producir biodiesel. Sólo un 3% de los residuos se envía a incinerar y se utiliza para producir energía.

Todos los residuos electrónicos que se recogen se procesan localmente. De esta manera se asegura que los materiales reciclados no son objeto de vertido incontrolado en los países en desarrollo.

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