Imagino que muchos de vosotros estaréis en redes sociales. Incluso, tal vez, en más de una. En LinkedIn o Xing seréis súper profesionales, en Facebook subiréis las fotos de las vacaciones y en Twitter compartiréis enlaces sobre noticias interesantes. Es decir, en cada una enseñaréis una faceta diferente y las tendréis perfectamente separadas. Pero, ¿hasta qué punto es eso posible?
Una búsqueda en Google por nombre o dirección de correo nos puede devolver nuestros perfiles en casi cualquier lado. Lógicamente, dependerá del nivel de privacidad que tengamos configurado, pero no es extraño ver a la señorita M muy formalita ella en una foto casi de DNI en LinkedIn, y a la misma señorita M de resaca en su perfil de Facebook (100% verídico).
Y es que a veces no lo pensamos, pero las redes sociales pueden convertirse en una entrevista de trabajo constante. Tal vez nuestro entrevistador, cliente o jefe no se dedique a bucear en nuestro muro de Facebook para saber qué tipo de persona somos, pero… ¿Y si sí? Por mucha privacidad que intentemos poner, por mucho que queramos separar los perfiles, la realidad es que tarde o temprano, podemos terminar por retratarnos y, por tanto, conviene tenerlo en cuenta a la hora de estar presentes en redes sociales.
Con esto no quiero decir que no participemos en ellas. Al contrario. Soy una entusiasta de las redes sociales. Muy activa en Facebook, cansina hasta el hartazgo en Twitter, moderadamente participativa en LinkedIn y en cuanta otra se cruce en mi camino, las considero una herramienta muy útil para contactar con profesionales de mi sector. Sin ir más lejos, mi presencia en esta Comunidad ISM surge a raíz de las redes sociales.
Otro ejemplo. Hace un año, más o menos, una persona a la que había empezado a seguir recientemente en Twitter comentó que iba a escribir sobre aprendizaje y web 2.0 para CONAMA10. Contesté diciendo que era un tema muy interesante y el siguiente mensaje fue “¿Lo escribimos juntos?”. No nos conocíamos de nada, pero, sin embargo, gracias a Twitter, pude participar en CONAMA10 con Santiago Molina (Filosofía 2.0 en el binomio medio ambiente-formación). Una experiencia muy enriquecedora, inesperada y gratificante.
Y es tal vez más por esta razón que pienso que las redes sociales pueden ser una entrevista de trabajo constante. Porque nunca sabemos quién puede estar leyéndonos y qué oportunidades pueden salir del contacto que se puede establecer por este medio.
Cuando vemos cursos de community manager o de gestión de comunidades online pensamos en empresas, asociaciones y entidades de este tipo. Sin embargo, no perdamos de vista que todos somos, en definitiva, community managers de nuestra propia reputación online
Comentarios
Gracias por la mención. Confío en que ambos lleguemos con suficiente energía e ideas al próximo Congreso Nacional del Medio Ambiente y podamos volver a trabajar juntos en esta línea.
En relación a su post, me gustaría confirmar que en los tiempos actuales no hay proceso de selección en el que el nombre completo del candidato no se someta a un filtrado en Google. La imagen digital es tremendamente importante y me atrevería a decir que si bien es negativo que ésta no complemente nuestro perfil tampoco es mucho mejor carecer de imagen como tal en términos de Branding Personal.
Lucía, un placer leerla.
Gracias y un saludo,
Santiago Molina Cruzate
Gracias por el feedback, Santiago, y por confirmar lo que era una intuición muy bien encaminada.
Saludos, y a por CONAMA11.
Un post interesante Luci. A mi el que me contrate mirando mi Twitter ya sabe que soy bocazas y de izquierdas, y no, no me pienso callar. :-p
Gracias, Txema. Y si buscan eso, no habrá nadie mejor que tú para hacerlo. ;o)
Buen comunicador y con tendencia a la tolerancia, Txema
Un abrazo y gracias por caer por aquí.
Santiago Molina Cruzate
¡Qué tensión! Siempre alerta por lo que pueda comprobar alguien en una búsqueda en Internet…
Por mi parte creo que las herramientas sociales de Internet no son más que una extensión de nuestra vida cotidiana. En 1.0 también puede ocurrir que la persona que te entreviste sea la anterior pareja de un amigo común o aquella persona a la que pisaste en el autobús la semana pasada.
Tener acceso a más información permite eso, tener más información. Hay quien dedica mucho esfuerzo a controlar y dirigir esa información pero ¿merece la pena intentar que lo que dice la red de nosotros sea políticamente correcto? Que aparezcan fotos de una juerga loca de un candidato no quiere decir que el resto de los candidatos no se corran de vez en cuando una juerga loca.
Lo bueno de esa información es que, en el peor de los casos, nos excluye de la posibilidad de acceder a puestos de trabajo que no se ajustan con nuestras verdaderas inquietudes. Y, en el común de los casos, es la mejor manera de encontrar personas afines, con intereses comunes y a la que merece la pena conocer mejor… y no sólo en lo profesional.
Saludos y gracias por mantener la frescura que te caracteriza en las redes sociales.
Buen post Luci. Interesantes siempre las implicaciones que tiene este mundo 2.0.
Alberto, comprendo tu postura y en gran medida la comparto. De hecho, si hay algo que no entiendo y que últimamente veo con relativa frecuencia son post e intervenciones en foros profesionales que no dan el más mínimo dato del autor del mismo, supongo que consecuencia de una mal entendida protección de la imagen personal.
Creo no obstante que el objetivo no está tanto en rastrear cada palabra y cada una de nuestras intervenciones en la red como ser consciente de que las estamos haciendo y que van a tener difusión y visibilidad más allá de tu comunidad de vecinos.
Prudencia y sensatez basicamente.
Estoy contigo Santiago, prudencia y sensatez. Responsabilidad, pero no miedo.
Hablando se entiende la gente, aun cuando sean conversaciones diferidas, distribuidas y documentadas para la posteridad.
Luci, tu entrada da mucho que pensar, así como los comentarios que la complementan y enriquecen. ¿Hasta dónde puede llegar el contratante (sea el personal de RRHH de la empresa en cuestión o el propietario de la misma) analizando a los candidatos a un puesto de trabajo ofertado? Hasta donde le permitan los buscadores y herramientas que tiene a su disposición, diría yo. De ahí que, como afirmas, debamos cuidar nuestra imagen en la red, sin miedo pero sí con prudencia.
En mi caso podrían deducir que tengo personalidad múltiple (como Trotalomas, Lobosoft u Homo libris) y que adolezco de una verborrea rayana en lo cansino. Y posiblemente acertarían de pleno.
El tema de la privacidad en Internet es preocupante y “está de moda”. Os recomendaría (como usuario y como profesional de la informática) lecturas como You’re Not A Gadget, de Jaron Lanier, o el derecho al olvido en la red de redes, del que tanto se está hablando en los últimos años y sobre el que tanto queda por decir.
En resumen, un tema más que interesante.
Saludos.