La borrasca Gloria se ha ensañado con el litoral catalán, que ha sufrido la peor tormenta de levante de este siglo. Uno de los puntos de máxima afectación y preocupación es el delta del Ebro, donde las fuertes precipitaciones sumadas a la entrada de agua del mar como consecuencia del temporal están provocando daños de consecuencias todavía incalculables en los hábitats naturales, campos de cultivo (arroz y frutales, principalmente), infraestructuras y edificaciones.