Un paso fundamental e ineludible para conseguir la armonización y mejora de los protocolos de evaluación y gestión del impacto es la creación de un grupo de trabajo nacional que aborde de forma científica y neutral la influencia que el desarrollo de las energías renovables supone sobre los ecosistemas españoles. El objetivo de una iniciativa de esta naturaleza sería el de aglutinar en un mismo foro de debate a representantes de todos los sectores implicados en los proyectos energéticos (promotores, administraciones, consultoras, sociedad civil, etc.); creando mesas de trabajo donde se analicen los impactos ambientales y se definan estrategias de mitigación, control y planificación estandarizadas y comunes.