La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, tiene en sus manos la decisión más crucial para el futuro de la cuenca del Ebro: lanzar, o no, el Plan Hidrológico (PHE), en el que los técnicos de la Confederación Hidrográfica (CHE) han estado trabajando durante los últimos siete años y que se asienta sobre el mayor proceso de participación pública desarrollado desde la Administración española.