Las Reservas de la biosfera son lugares en los que sus habitantes quieren vivir y trabajar respetando su naturaleza y su cultura. Estos territorios se conforman en tres áreas: la zona núcleo; espacios naturales protegidos para conservar la biodiversidad. La zona tampón, en la que se impulsa la investigación y la educación, y una zona externa en la que se asienta la población cuyo objetivo es el desarrollo económico. Además todas las reservas de la biosfera cuentan con un equipo gestor, un foro de participación pública y un plan de actuaciones. Las reservas de la biosfera son una forma de organizarse para conseguir lo que Naciones Unidas quiere para el Planeta: cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible.