Laura Ventura ha elegido vivir y trabajar en una de las zonas donde la despoblación ha golpeado con fiereza, pero no se arrepiente, porque la conexión con la naturaleza es tan profunda que siente que seguir sus ritmos le aportan la paz, la tranquilidad y la libertad que necesita. Y sobre todo, porque ahora siente que el cielo, con todo su inventario de colores, se ha convertido en «una pantalla de cine» que le reporta a diario un espectáculo único, diferente y gratuito.

Natural de Barcelona, Laura Ventura se afincó hace quince años en la pequeña localidad oscense de Bierge, en el corazón del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, donde gestiona una empresa de turismo activo que ha situado la responsabilidad social y económica como el epicentro de su actividad económica y la educación y la sensibilización ambiental como el núcleo de su labor.

Compatibiliza ahora su vocación por la naturaleza con la presidencia de la Asociación de Empresarios de la Sierra de Guara, que reúne a más de cien socios en torno al propósito de promocionar este gigantesco espacio natural, que se ha consolidado como uno de los mejores lugares de Europa para practicar el turismo activo y de aventura. Laura Ventura habla de «magia», de cómo muchas de las personas que han vinculado su actividad económica a los recursos naturales se acaban convirtiendo en los mejores «guardianes» del territorio y de los recursos naturales de los que depende esa actividad.

Fuente: EFE Verde