Conocedora de las necesidades y dudas con las que puede encontrarse cualquier emprendedor que decida comenzar la actividad comercial de su página web, escribo este post hablando del ninguneado, improvisado y maltratado correo electrónico, o como también se llama: mailing.

A pesar de que Google es el “Rey” de la planificación de marketing de toda empresa, cabe destacar que la utilización del mail sigue siendo una actividad que aporta gran valor a la comunicación institucional de cualquier empresa que se precie. Redactar un mail no debe ser una tarea a la que dediquemos poco tiempo, sino todo lo contrario. Debemos pensar y planificar detalladamente esta tarea para que logre sus objetivos; que nuestros mails se abran, se lean y se cliquen.

En primer lugar vamos a ponernos en situación. El correo electrónico no ha muerto, ¡ni mucho menos! Sigue más vivo que nunca, pero debemos saber cómo sacarle el máximo partido posible. Aquí van algunos datos:

  • Las cuentas de correo que existen en Internet triplican a las cuentas de Facebook y Twitter combinadas, según  datos SmartTools.
  • En cuanto a actividad (podrían ser cuentas de correo muertas), se envían unos 188.000 millones de emails cada día, 294.000 millones contando el spam. En comparación, en Google ‘sólo’ se hacen 3.000 millones de búsquedas diarias. (Fuente: SmartTools)
  • Un empleado medio recibe en EEUU según SaneBox, 150 emails cada día y le dedica un 30% de su tiempo laboral.
  • La Direct Marketing Association proyecta que el email moverá 67,8 billones de dólares en ventas en 2013 y 82,2 billones de dólares en ventas en 2016.
  • El 34% de los consumidores de Smartphone ya revisan su email en su móvil al menos, una vez al día. El 21% de los consumidores dicen que lo revisan más de una vez al día.
  • El 42% de los consumidores dicen que le mejor modo para recibir mensajes comerciales es vía email.

De momento sabemos que el correo electrónico sigue teniendo mucho poder, pero ¿sabemos optimizar nuestros envíos de correo electrónico?

Cuando enviamos un email, al igual que una carta, la finalidad es que dicho correo se abra y se lea. Esta es la clave en el envío de un correo electrónico. Pero vamos a ir más allá. No sólo queremos que se abra y se lea, sino que el usuario interaccione con el correo electrónico. El fin absoluto será que el receptor haga click, que nos llame, que realice una compra, una reserva etc.

La mejor forma de conseguir el objetivo principal (abrir) que buscamos a través del envío de un correo electrónico se basa muchas veces en estudiar detenidamente la línea del asunto. Esta frase marcará la diferencia entre unos buenos ratios de apertura (Open Rate) o una total y absoluta pérdida de tiempo.

El publicista David Ogilvy hizo un estudio hace décadas con anuncios de revistas. Llegó a la conclusión de que el 80% de los lectores decidían no seguir leyendo el anuncio tras leer el titular. Y qué es el titular de un email: el ASUNTO. Cuando redactes el asunto de tu correo electrónico dedícale el tiempo que precises, piensa que será, sin lugar a dudas, lo más leído.

Los mejores asuntos dicen de qué va el contenido del email. Los peores asuntos venden el contenido del email.

Algunos consejos :

  1. No uses más de 50 caracteres. El asunto debe ser explicativo del contenido del email y preciso. Por esto último, también debe redactarse en orden: como en SEO, lo importante va al principio, ¡no sea que lo dejes al final y se corte!
  2. No debes abusar de las mayúsculas ni signos de interrogación o exclamación si no quieres que te cataloguen como spam.
  3. Con el tiempo, usar el mismo asunto puede ocasionar un declive en tu tasa de apertura. Debemos cambiar el asunto con cierta periodicidad.
  4. La segmentación juega un papel fundamental en la tasa de apertura. Busca en tu base de datos, seguro que esconde más de una posibilidad para conseguir una mejor personalización.
  5. Cuida tu frecuencia de envíos, no abuses.
  6. Limpia tus listas periódicamente. Identifica tus rebotes (Hard y Soft) y elimínalos para que los Open Rate suban sin mucho esfuerzo. Haz un mantenimiento periódico de tu base de datos.

Espero que con este sencillo post podamos mejorar todos en nuestros envíos de correos electrónicos, y así lograr que sean más efectivos.

Para saber más sobre este tema, no perdáis de vista el Blog de MailChimp.