Cuando el pasado viernes tuve conocimiento de la celebración los días 3, 4 y 5 de marzo del Congreso Internacional y Feria profesional Expo E-Learning decidí que qué mejor tema para iniciar mi participación en esta Comunidad ISM que la formación on line, actividad a la que llevo dedicándome los últimos tres años de mi vida profesional y a la que sigo muy vinculada en la actualidad.

Si bien es cierto que la formación e-learning todavía no goza del protagonismo de la presencial, las ventajas que ofrece esta modalidad educativa son muchas y variadas, y en esta entrada me gustaría enumerar las que considero más importantes.

La primera y fundamental es la accesibilidad; es decir, esta metodología facilita el aprendizaje en cualquier momento y lugar y a cualquier colectivo. Desaparecen las barreras espacio-temporales y se acerca la educación a lugares y personas que se encuentran limitadas por su ubicación geográfica.

La Teleformación como herramienta educativa

La flexibilidad es otro de los aspectos más beneficiosos de la teleformación, ya que como los materiales didácticos están disponibles las 24 horas del día, el alumno puede organizar su tiempo de aprendizaje en función de su disponibilidad y ritmo de vida. De esta manera, la inquietud y el interés por aprender se pueden compaginar con la actividad diaria.

Las nuevas tecnologías aportan a la educación a distancia la posibilidad de mantener en contacto permanente a todos los integrantes de la acción formativa y esta interactividad implica una mayor motivación ocasionada por el interés que suscitan las nuevas tecnologías y la ventaja de organizar uno mismo su aprendizaje.

En este sentido y al igual que cada vez más vamos integrando internet, las redes sociales y demás herramientas informáticas tanto a nuestra vida personal como profesional, sinceramente creo que debemos avanzar en paralelo en otros ámbitos como el de la educación.

No obstante y para alejar demonios y conseguir el reconocimiento de la tele-enseñanza, debemos exigir una formación on line de calidad, no solo porque la documentación que se entrega o las animaciones del curso sean atractivas y completas o porque haya una actualización continua de los materiales y contenidos, sino porque los docentes encargados de la tutorización del curso se impliquen, miren por sus alumnos y les motiven en el estudio, fomentado la participación y la interacción entre los alumnos de manera que se recree el proceso enseñanza-aprendizaje que se vive en un aula presencial.

De esta manera, la formación e-learning podrá plantearse cada vez objetivos más amplios y podrá ser considerada una opción real y como una metodología respetable e igual de válida que la formación presencial tradicional.