La Comisión Europea ha propuesto este miércoles un objetivo de mejora de la eficiencia energética del 30% de aquí a 2030 -más ambicioso de lo previsto inicialmente- con el fin de reducir el consumo y disminuir así la dependencia energética de la UE respecto a socios como Rusia. Con las políticas actuales, Europa logrará ya un ahorro de entre el 18% y el 19% de aquí a 2020, rozando el objetivo del 20%, según los datos de Bruselas.

El nuevo objetivo de ahorro energético es la pieza que faltaba para completar la política de la UE en materia de energía y cambio climático en el horizonte 2030. Bruselas ya ha propuesto un recorte del 40% en las emisiones de gases de efecto invernadero y una cuota de renovables del 27%. Los líderes europeos tienen previsto llegar a un acuerdo sobre estos objetivos en su cumbre de octubre, y deberán decidir entonces si la meta de eficiencia energética es vinculante o sólo indicativa.

El debate sobre la nueva meta de eficiencia energética se ha visto marcado por el conflicto entre Rusia y Ucrania, incluyendo la nueva guerra del gas, que ha llevado a la UE a marcarse como prioridad reducir su dependencia de Moscú. A corto plazo, y a falta de construir nuevas interconexiones que llevarán su tiempo, la principal receta para lograrlo es el ahorro.

«Dada la necesidad de seguridad energética en el sector del gas por la situación en Rusia y Ucrania, creemos que es apropiado un objetivo más ambicioso de eficiencia energética», ha dicho el comisario de Energía, Günther Oettinger. De hecho, el Ejecutivo comunitario sopesaba proponer un objetivo del 27%, pero la crisis ucraniana y la apuesta del futuro presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por el 30%, han llevado finalmente a revisar al alza la cifra. No obstante, todavía se queda lejos del 40% que pedía la Eurocámara.

Europa.

Para alcanzar este 30% en 2030 se requerirán inversiones adicionales en ahorro de energía por valor de 89.000 millones de euros al año, según los cálculos de Bruselas. Y aumentará el coste del sistema energético de la UE en 22.000 millones de euros en comparación con un escenario en el que no se adoptaran nuevas medidas de eficiencia energética.

Pero a largo plazo, el aumento del ahorro energético disminuirá las facturas energéticas en 53.000 millones de euros al año para 2030. Y aumentará la seguridad de suministro, ya que por cada 1% en ahorro energético adicional reducirá las importaciones de gas un 2,6%, de acuerdo con los datos de la Comisión.

Progresos hacia el objetivo del 20%

Basándose en el análisis de las medidas adoptadas hasta ahora por los Estados miembros, la UE alcanzará un ahorro energético de alrededor del 18%-19% de aquí a 2020. Si los Estados miembros aplican plenamente la legislación vigente, se llegará al objetivo del 20%, según las estimaciones de Bruselas.

De hecho, hasta ahora sólo Chipre, Dinamarca, Italia, Malta y Suecia han incorporado plenamente la directiva de eficiencia energética a sus respectivas legislaciones nacionales, aunque el plazo para hacerlo caducó el pasado 5 de junio.

Pese a todo, la intensidad energética en la industria de la UE ha disminuido casi un 19% entre 2001 y 2011. La mejora de la eficiencia de electrodomésticos como neveras o lavadoras ahorrará a los consumidores 100.000 millones de euros al año -465 euros por hogar- en sus facturas energéticas para 2020. Y los nuevos edificios consumen hoy la mitad de energía que en los años 80.

Fuente: Europa Press