El grupo constructor y de servicios FCC acaba de destinar 3,5 millones de euros a la puesta en marcha de una planta en Castellbisbal (Vallès Occidental) especializada en la transformación de residuos industriales no peligrosos en combustible para plantas cementeras.

Para dar salida al grueso de la producción de esta nueva instalación, FCC ha firmado un contrato de suministro con el grupo cementero Uniland, que utilizará los residuos como combustible alternativo en los hornos de sus fábricas catalanas. Uniland pertenece a Portland Valderribas, compañía participada mayoritariamente por FCC.

La planta de Castellbisbal ha supuesto la creación de doce puestos de trabajo, cuenta con una superficie de 7.000 metros cuadrados y tiene capacidad para tratar 45.000 toneladas anuales de residuos sólidos no peligrosos procedentes de las industrias catalanas. Su previsión es fabricar alrededor de 30.000 toneladas al año de combustible derivado de residuos (CDR), según informó ayer FCC Ámbito, la división de gestión de desechos industriales del grupo que preside Baldomero Falcones.

Según FCC, se trata de la primera instalación de este tipo que pone en marcha la compañía y se sitúa en “la vanguardia” de los escasos centros que existen en España especializados en la producción de CDR. Este tipo de combustible alternativo para cementeras no sólo permite ahorrar petróleo, sino que reduce las emisiones de CO2 y evita tener que depositar miles de toneladas cada año en los escasos vertederos especializados en acoger residuos industriales.

Planta de almacenamiento de residuos industriales en Montmeló. www.acitre.org

Ventajas

Se trata de una práctica muy extendida en Alemania, Holanda y Bélgica y, según la patronal Ciment Català, permite reducir los gases con efecto invernadero y tratar los residuos de una forma “segura” y sin generar impactos ambientales, ya que las elevadas temperaturas de combustión evitan los gases nocivos, los compuestos orgánicos y la formación de dioxinas. En la valorización energética en cementeras también se utilizan otro tipo de residuos de difícil tratamiento, como lodos de depuradoras, neumáticos triturados y biomasa.

La revalorización de estos residuos, que actualmente se depositan en vertederos controlados, permite reducir las emisiones de CO2 y contar con una fuente de energía alternativa al coque de petróleo.

Instalaciones

Uniland posee dos plantas de cemento ubicadas en Vallcarca (Garraf) y Santa Margarida i els Monjos (Alt Penedès). Por su parte, FCC Ámbito tiene en Catalunya uno de sus principales mercados, con una cartera de más de dos mil clientes industriales. La planta más emblemática que gestiona el grupo en la comunidad es el centro de tratamiento de residuos especiales de El Pont de Vilomara (Bages), donde recicla residuos electrónicos, frigoríficos usados, pilas y fluorescentes. La filial de FCC dispone también de un centro de transferencia en Montmeló (Vallès Oriental) y cuenta con instalaciones en Barberà del Vallès, Sant Feliu de Llobregat, Constantí (Tarragonès), Cruïlles (Baix Empordà) y Tivissa (Ribera d’Ebre).

Fuente: www.expansion.com