Acaba de iniciar su andadura, gracias a fondos europeos, un proyecto destinado a ayudar a los Estados miembros a hacer un seguimiento eficaz y eficiente del estado medioambiental de los mares y océanos. Ello les capacitará para atender sus obligaciones en virtud de la Directiva marco sobre la estrategia marina.

La eliminación de la basura marina y de los contaminantes en los océanos es determinante para asegurar la biodiversidad marina y la sostenibilidad a largo plazo de las poblaciones pesqueras europeas. La UE ha abordado estas cuestiones por medio de la susodicha Directiva y ahora pretende asegurar la correcta aplicación de esta medida legislativa.

En esencia, la meta de esta Directiva consiste en proteger el medio marino. Establece Regiones Marinas Europeas determinadas a partir de criterios geográficos y medioambientales, y cada Estado miembro deberá desarrollar estrategias específicas para sus aguas marinas. Dichas estrategias deberán contener una evaluación detallada sobre el estado del medio ambiente, una definición de ‘buen estado ecológico’ a nivel regional, y metas medioambientales claras y programas de seguimiento.

El proyecto financiado con fondos europeos COMMON SENSE, iniciado en noviembre de 2013 en Barcelona (España), aspira a facilitar la labor de la Comisión a este respecto ayudando a los Estados miembros a realizar las intervenciones necesarias. Se trata de una iniciativa que ha obtenido fondos por valor de 4,7 millones a través del 7PM y que reúne a quince socios de siete países que abarcan una gama amplia de pericia y conocimientos especializados en el ámbito de la vigilancia marina.

Mar de Samos, Grecia. http://www.wallsave.com/

Los integrantes de COMMON SENSE desarrollarán un sistema de vigilancia marina que constará de sensores rentables y una plataforma de gestión de datos. Ello ayudará a reducir los costes que conlleva la obtención de estos últimos e incrementará la disponibilidad y difusión de información importante. El proyecto se centrará en el seguimiento de los metales pesados, la basura marina y el ruido submarino. Además, medirá parámetros como la temperatura y la presión.

Para empezar, sus responsables calcularán el coste de fabricar sensores específicos para detectar partículas o contaminantes concretos en el mar. Seguidamente, estos sensores se integrarán en sistemas polivalentes junto con sensores de temperatura, presión y pH.

A continuación se desarrollará una plataforma web común de sensores con la que optimizar la adquisición de datos, el acceso y la compatibilidad. Los sensores construidos también serán compatibles con los sistemas ya existentes. Se espera que la plataforma, una vez finalizada, permita la rápida difusión de hallazgos y técnicas, lo cual favorecerá los intereses comerciales, científicos y ecológicos.

El consorcio de COMMON SENSE se compone de seis PYME, cinco institutos de investigación y desarrollo, tres universidades y una fundación. La pericia del consorcio, y la amplia cobertura geográfica de sus integrantes, harán posible una vigilancia medioambiental multidisciplinar de regiones marinas clave, entre ellas el Mar Báltico, el noreste del Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo.

COMMON SENSE contará a partir de febrero de 2014 con su propio sitio web, www.commonsenseproject.eu, donde se difundirán noticias y novedades del proyecto así como información detallada sobre sus objetivos y resultados. La iniciativa está programada hasta febrero de 2017.

Ficha informativa del proyecto
http://cordis.europa.eu/projects/rcn/110790_es.html

Fuente: http://www.madrimasd.org/ y http://cordis.europa.eu