Se calcula que existe un millón de especies de estos invertebrados que representa el 80% de la biodiversidad del planeta.

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Imagen de portada de la campaña "Sin insectos no hay vida" de Ecologistas en Acción

Ecologistas en Acción y la Asociación Española de Entomología han lanzado la campaña Sin insectos no hay vida para reivindicar una mayor investigación y protección a este grupo, que sufre una tasa de extinción ocho veces más rápida que los mamíferos, aves o reptiles.

Ambas organizaciones han alzado la voz este miércoles para recalcar la importancia que tienen los insectos en la vida del planeta. Según datos que han aportado los organizadores, se calcula que existen un millón de especies de insectos, lo que representa el 80% de la biodiversidad del planeta.

En la reunión han participado el presidente de la Asociación Española de Entomología, Eduardo Galante, que ha estado acompañado por la profesora titular del departamento de Biodiversidad de la Universidad Complutense de Madrid, Concepción Ornosa, el catedrático de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid y el coordinador de campañas de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber.

75% de la biomasa de insectos voladores ha desaparecido

Así, Oberhuber se ha referido a un estudio realizado el 2017 en Alemania en el que se demostraba que más del 75% de la biomasa de insectos voladores había desaparecido y tras este informe varios países hicieron semejantes documentos con un resultado similar.

Las especies de insectos más amenazadas son las mariposas, abejas, libélulas y escarabajos, de las que aún no hay suficiente información para Oberhuber, que ha explicado que el declive de este grupo se debe a la pérdida de hábitats por los usos agrícolas.

«Las amenazas de los insectos son la utilización de plaguicidas, la incidencia de patógenos y el cambio climático. Es especialmente grave la situación de los insectos polinizadoresya que el 40% están en peligro de extinción«, ha detallado el coordinador de campañas de Ecologistas en Acción.

Sin embargo, una de las denuncias que más se ha repetido durante el acto ha sido la falta de información y de investigación que hay en España. Así lo ha transmitido Eduardo Galante, que ha responsabilizado al mundo de la ciencia de no saber transmitir la importancia de los insectos para el mantenimiento del planeta.

«Si los insectos desaparecieran, científicamente se sabe que en pocas semanas la vida en la tierra se colapsaría», ha asegurado el presidente.

En este sentido, José Luis Viejo ha destacado que la existencia de los insectos va ligada a la de otros seres vivos, ya que son presa de mamíferos o reptiles y además sirven como indicador de calidad del agua o del medio ambiente.

Los insectos tienen mala imagen en la sociedad

La principal causa a la que han remitido que los insectos no estén bien vistos por la sociedad es la imagen que tienen al considerar a los insectos como unos animales molestos, habituados a la creación de plagas y transmisores de enfermedades. Por eso, Eduardo Galante ha considerado fundamental este tipo de campañas para concienciar a la sociedad.

«Calculamos que puede haber 30 millones de especies en todo el mundo. Aún queda mucho por investigar y conocer cuántas especies están desapareciendo y así saber qué papel tenían en los ecosistemas», ha afirmado Galante, que ha añadido que solo en España hay más especies de insectos (50.000) que especies de animales de gran tamaño en el mundo (45.000).

Según Concepción Ornosa, la mala actuación de los humanos ha derivado en el descenso de las poblaciones de los insectos. Por ejemplo, en cuanto a las mariposas, ha apuntado que se ha descendido el 30% de las mariposas en los últimos 30 años y en la actualidad han desaparecido el 24% de las especies de abejorros.

Reivindicaciones

Los participantes han instado a considerar la importancia de los insectos e igualar su problemático a la altura del cambio climático o la pérdida de otras especies como el lince ibérico.

Por ello, han reclamado que las administraciones adopten medidas como frenar la destrucción de sus hábitats, reducir el uso de plaguicidas o recuperar los ecosistemas degradados para aumentar la abundancia floral, y por último, que se incluya más especies de insectos tanto en el listado de especies en régimen de protección especial como en el catálogo de especies españolas en peligro de extinción.

Fuente: ECOAvant, Europa Press