La delegada del Gobierno de España en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, ha afirmado que en estos momentos son 2.300 las alegaciones recibidas al estudio de impacto ambiental sobre las prospecciones petrolíferas en aguas cercanas al archipiélago y recordó que la fase para alegar de las instituciones aún no han concluido.

«La cifra todavía no las podemos saber con exactitud porque los registros son únicos y entran en distintas islas, según pero los últimos datos que me daban estamos en las 2.300 alegaciones», dijo este miércoles en declaraciones a la Cadena Ser.

Hernández Bento matizó que el plazo de exposición pública ha terminado, pero no así para las instituciones que se han personado en la fase previa del estudio, que rondan las 47, porque al enviarse a cada una copia del estudio, los 45 días hábiles para alegar cuentan desde el momento en el que recibieron el documento.

Cuestionada sobre los riesgos que las prospecciones, la delegada comentó que ha habido mucha demagogia en este tema y que desde el punto de vista de la ciencia, en este tipo de procesos «los riesgos están muy minimizados». «En este caso, la normativa europea es muy rigurosa», dijo.

Esquema de las prospecciones en Canarias. http://www.expansion.com/

WWF pide un nuevo estudio de impacto ambiental

En un comunicado, la organización ha pedido que se realice un nuevo estudio de impacto ambiental en las alegaciones que la organización ha presentado ante el Ministerio de Industria al proyecto de la petrolera Repsol, sometido a información pública.

En este sentido, el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, comentó que «este EIA ha ignorado información científica crucial sobre los valores naturales del área, como la importancia mundial que tiene esta área para los cetáceos».

«También –agregó– ha minusvalorado los impactos que el proyecto tendrá sobre la fauna y los ecosistemas marinos, por lo que pedimos que se repita este estudio de Impacto Ambiental presentado por Repsol para una evaluación adecuada del proyecto y que el Ministerio de Industria rechace el proyecto de explotación petrolera en Canarias dados los excepcionales valores naturales del área y la enorme oposición social al proyecto».

Por su parte, la entidad ha revisado la documentación aportada por la petrolera en el EIA y ha detectado importantes defectos para la correcta evaluación del potencial impacto en el medio natural de las prospecciones en ciernes.

Entre los más destacados están que no se especifica los emplazamientos de las perforaciones, distanciando las alternativas hasta 100 km; el tipo de lodos a utilizar o el tipo de unidad de perforación que se empleará a más de 1.000 metros de profundidad.

Para WWF, esta indefinición conlleva que el presente EIA no esté realizado para un proyecto definido, sino para un conjunto de posibles proyectos, cada uno con características diferentes, sin que se hayan evaluado los impactos de las diferentes posibilidades.

Además, entendió que es inadmisible la carencia de información aportada por la promotora en relación a las operaciones de acústica marina, cuyos detalles y previsibles efectos en el medio marino no se han incluido en la documentación expuesta a información pública.

Por otra parte, añadió que «la campaña de investigación, encargada por Repsol, para caracterizar los fondos marinos es totalmente insuficiente desde un punto de vista científico y técnico. Realizada en apenas un mes y tan sólo con seis estaciones de muestreo, la campaña pretende caracterizar un área extensa y concluir que no habrá impactos significativos».

WWF recordó que existen informes elaborados por universidades, entidades científicas de referencia y organizaciones conservacionistas que avalan la importancia ambiental del área. Especialmente destaca por ser una de las áreas más importante del mundo para los cetáceos, con más de 30 especies, varias de ellas clasificadas como vulnerables y amenazadas en los catálogos de la UICN.

Por último, destacó la falta de rigor en el análisis socio-económico efectuado en el EIA al omitir o minimizar impactos potenciales de gran repercusión en el ámbito insular, como la afección a sectores económicos tan importantes como el turismo y la pesca o el riesgo que supone para el proceso de desalación de agua marina, del que depende el 100% de la población de las islas orientales.

Fuentes: http://www.telecinco.es y http://www.abc.es