Unos 2.300 kilómetros de líneas eléctricas están señalizadas con dispositivos que reducen el riesgo de colisión de las aves, cuyas rutas están siendo cartografiadas en todo el país dentro de un proyecto que pretende trazar un mapa lo más detallado posible.

En general, las aves que acostumbran a ir en bandada y aquellas con cuerpos voluminosos y alas cortas -por tanto, menos ágiles- son las que «más interactúan» con los tendidos, indican a Efe desde el departamento de medio ambiente de Red Eléctrica de España (REE).

REE destina unos 200.000 euros a este proyecto de sistema de información geográfica, bautizado como «Cartografiado de rutas y corredores de vuelos«, cuya primera fase se ejecutó ya en Andalucía y Extremadura, donde ya se está aplicando la selección de rutas de mínimo impacto para las nuevas líneas.

En una segunda fase, el trabajo se extendió a Castilla y León, Murcia, Madrid, Valencia y Canarias.

La intención es que en 2014 se disponga de esta información en todo el país, pero la cartografía resultante nunca dejará de ser «un sistema vivo», ya que el entorno no es estático (por ejemplo los cambios del uso del suelo y el abandono de terrenos agrícolas pueden modificar la conducta del ave al reducirse la cuantía de alimento).

En esencia, se trata de conocer los puntos donde se producen los accidentes con mayor frecuencia (humedales, áreas de nidificación, muladares…) para minimizar los impactos, detectar a las «especies focales» -«las realmente sensibles a los tendidos»-, y conocer las rutas de vuelo más usadas por las aves en sus desplazamientos regulares.

Aves en tendido eléctrico. Imagen: cc flickr Racineur

Hasta la fecha, el proyecto ha identificado a más de 40 especies entre las que más interactúan con las líneas: sisón, avutarda, focha moruna, grulla, cigüeña negra y acuáticas en general, entre otras, pero aún resta la recogida de datos de diez comunidades autónomas.

En el marco de la investigación, se diseña además un dispositivo detector de colisiones, que permitirá localizar rápidamente un ave accidentada para proceder a su rescate y traslado a un centro de recuperación.

En 2012, los accidentes por colisión con tendidos causaron la muerte a doce avutardas, dos colirrojos reales y dos alcaravanes, todas ellas especies amenazadas.

La señalización de los kilómetros se hace con los salvapájaros, un dispositivo que se instala sobre el cable de tierra (que protege la línea de las descargas eléctricas durante las tormentas) que incrementa su diámetro y en consecuencia su visibilidad.Una vez colocados, una persona observa durante un determinado periodo el comportamiento del animal, su movimiento o cómo modifica su vuelo y acostumbra su visión, añaden las mismas fuentes.

El salvapájaros más empleado es el que tiene forma de espiral, pero últimamente también se instala otro en forma de aspa, que solo fabrica una empresa navarra (Saprem) y cuyo prototipo se realizó en colaboración con REE. La señalización de un kilómetro tiene un coste de alrededor de 3.000 euros.

En 2012 se señalizaron 399 kilómetros de líneas, correspondiendo 201 kilómetros a tendidos de nueva construcción y 198 a líneas en servicio. El total, asciende a 2.330 kilómetros.

Aunque Red Eléctrica posee un sistema de información geográfica (datos medioambientales, instalaciones..), este proyecto de la cartografía es «más novedoso y mucho más detallado». El trabajo es consensuado con las comunidades autónomas y cuenta con la colaboración de organizaciones, universidades y de las propias administraciones.

Dossier del proyecto

Fuente: El País