Del 12 de febrero al 12 de mayo de 2016 tenemos a nuestra disposición para consulta y comentarios “PNE-ISO/DIS 45001 Sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo. Requisitos con orientación para su uso”, el proyecto de norma con el que el modelo de gestión de la prevención de riesgos laborales converge con el esquema de sistemas normalizados de gestión ISO, lo que facilitará considerablemente el diseño, implantación y auditoría de sistemas integrados de gestión.

Desde que se generalizasen con la publicación de la primera versión de ISO 9.001 en 1987, los sistemas de gestión normalizados han demostrado que son una gran herramienta para la mejora continua en organizaciones de todo tipo. La incorporación a la familia ISO del estándar  OHSAS 18.001, en forma de ISO 45.001, culminará un proceso de aproximación de modelos normalizados de gestión.

Del éxito de ISO 9.001, que dotó a las organizaciones de todo el mundo de un modelo de gestión centrado en cuidar los elementos que permitían a la empresa asegurar la satisfacción del cliente con los productos o servicios ofertados, surgieron otros modelos normalizados para dar respuesta a diversas inquietudes, tanto del conjunto de la sociedad como de la propia empresa como de las distintas partes interesadas.

Así, en 1996, como uno de los resultados de trasladar la preocupación global sobre el desarrollo sostenible plasmada en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992, se publica el estándar ISO 14.001, referente para aquellas organizaciones que, voluntariamente, quieran mejorar sus resultados ambientales. Al igual que su antecesora, la norma para sistemas de gestión ambiental no establece requisitos concretos a cumplir en su ámbito de aplicación, tales como valores límite de emisiones atmosféricas, de producción de residuos o vertido de aguas residuales. Sí determina que las organizaciones deben conocer la legislación ambiental que les aplica, establecer metodologías para medir su cumplimiento y actuar en consecuencia.

De este modo, los modelos normalizados de gestión establecen una serie de compromisos que deben orientar la gestión de las organizaciones que pretenden conseguir resultados en el ámbito definido en cada estándar. Igualmente proponen una serie de metodologías enfocadas a garantizar esos resultados y requieren el registro de información documentada que servirá para evaluar los avances y la consecución de objetivos y metas, todo ello en un contexto de mejora continua. La estructura de responsabilidades, la necesidad de mantener una buena comunicación interna y externa, la formación del personal o las relaciones con los proveedores son otras cuestiones comúnmente incluidas en los sistemas normalizados de gestión.

A las normas de sistemas de gestión de la calidad y medio ambiente siguieron otras normas, tales como ISO 50001 de gestión energética, ISO/IEC 27001 para la seguridad de la información, ISO 22301 sobre la gestión de la continuidad de negocio… cada una centrada en aspectos concretos e inquietudes que cualquier organización en el mundo debe tener controladas si quiere ser eficiente en el cumplimiento de su objeto social.

Lo que tienen en común todos estos ámbitos de gestión es que, existiendo legislación dispersa que regula elementos concretos, no había como tal una ley que obligase a gestionar, de un modo global los aspectos recogidos en las normas ISO. Sí tenemos muchas leyes y reglamentos obligatorios en medio ambiente, pero no una obligación como tal de hacer una gestión ambiental. Se obliga a las empresas a cumplir unas condiciones de vertido de aguas residuales, en otro paquete legislativo se establecen las reglas para la producción y gestión de residuos… pero sin ISO 14.001 no hay un referente que indique cómo integrar todas los requisitos legales aplicables en el día a día de la organización.

Si bien las distintas normas ISO referidas a sistemas de gestión han contado históricamente con matices que dificultaban su integración. Desde la distribución de responsabilidades a distintas definiciones de la estructura documental, o el propio esquema de requisitos de las normas, dificultaban el entendimiento entre especialistas en sistemas de gestión, tanto de los responsables de cada área de gestión como de los auditores que evalúan la conformidad de los sistemas implantados.

A partir de las aproximaciones realizadas en cada revisión de los estándares, ISO aprueba una estructura de alto nivel, en la que se generaliza lo común de todas las normas: la gestión. Así, desde la publicación del Anexo SL, que recoge los criterios para las normas de sistemas de gestión, las nuevas normas y la revisión de las existentes debe seguir una misma estructura de contenidos y definiciones clave. Esto favorece un proceso de convergencia que hemos visto con la publicación de las versiones de 2015 para ISO 9.001 e ISO 14.001.

Nos quedaba fuera de este esquema la gestión de la seguridad y salud en el trabajo. En contra de lo que ocurría con otros ámbitos de gestión, en España y otros países de nuestro entorno, el marco legislativo sobre prevención de riesgos laborales venía definiendo los criterios para la gestión de la prevención.

También contamos con un estándar normalizado, adoptado desde el ámbito anglosajón, que nos ayudada en la tarea de dar cumplimiento a los requisitos legales en la materia: OHSAS 18.001. ¿Se queda fuera del proceso de convergencia que están siguiendo los estándares más utilizados para favorecer la integración de sistemas de gestión?

La respuesta, afortunadamente para los que se encargan de la gestión, es no. Nos encontramos al final del proceso de adaptación de OHSAS 18.001 a ISO 45.001, con la estructura común del Anexo SL, de modo que también este ámbito de gestión contará con un modelo normalizado pensado en la integración.

El objetivo final es conseguir mejorar la gestión, partiendo delas premisas comunes e independientes del aspecto a gestionar. Desde este punto común se pueden incorporar criterios específicos que ayuden a conseguir mejoras en los resultados sobre los distintos ámbitos de gestión, sea la satisfacción de los clientes, el medio ambiente, la salud de los trabajadores, la eficiencia energética o cualquier otra cuestión que ayude a hacer la organización más competitiva.

Alberto Vizcaíno colabora con el Instituto Superior del Medio Ambiente como docente del curso Especialista en Sistemas Integrados de Gestión: Calidad, Medio Ambiente, Energía y PRL y del curso Sistemas de Gestión Medioambiental que incorporan ya los nuevos cambios normativos de ISO 9001 y 14001.