El próximo 5 de diciembre, se celebrará el Día Mundial del Suelo.
El suelo es mucho más que la superficie que pisamos: es el cimiento de la vida en la Tierra. De él depende la supervivencia de los ecosistemas, la seguridad alimentaria y, en última instancia, nuestra propia existencia. Más del 95% de los alimentos que consumimos y 15 de los 18 elementos químicos esenciales para el crecimiento de las plantas provienen directamente de él. Sin embargo, solemos olvidarnos de su fragilidad y lo tratamos como un recurso inagotable.
Hoy sabemos que el suelo está en riesgo. La combinación del cambio climático y de prácticas humanas insostenibles está provocando su degradación acelerada. La erosión, la sobreexplotación y la gestión inadecuada no solo empobrecen su equilibrio natural, sino que también reducen la calidad nutricional de los alimentos, desaprovechan recursos hídricos y comprometen la biodiversidad que alberga.
Adoptar prácticas sostenibles de gestión del suelo es esencial: ayudan a prevenir la erosión, conservar nutrientes, mejorar la fertilidad y retener carbono, asegurando que este recurso vital continúe brindando sus beneficios a las generaciones presentes y futuras.
El tema del Día Mundial del Suelo 2025 es “Suelos sanos para ciudades saludables”. Este enfoque resalta la importancia del suelo urbano: Bajo el asfalto, los edificios y las calles, existe un suelo que, si es permeable y está cubierto de vegetación, ayuda a absorber el agua de lluvia, regular la temperatura, almacenar carbono y mejorar la calidad del aire. Pero cuando se sella con cemento, pierde estas funciones, haciendo que las ciudades sean más vulnerables a inundaciones, calor extremo y contaminación.
Te invitamos a conocer más sobre esta celebración y las actividades que se desarrollarán visitando la página oficial del Día Mundial del Suelo.


