El Comité de expertos creado por el Gobierno para la Transición Energética concluye que la forma más barata de descarbonizar el país es “promover la electrificación”. “Para descarbonizar a menor coste hay que electrificar”, señaló el presidente de este comité de expertos creado en julio de 2017 a instancias del anterior Ejecutivo. “Hay otras formas, pero son más caras”, ahondó Jesús Sanz durante su intervención en la Comisión para la Transición Ecológica del Congreso de los Diputados.

En este sentido, explicó que también existen los biocombustibles como alternativa, pero “ni son baratos ni son buenos para la descarbonización” porque este tipo de recursos se utiliza a costa de la deforestación de determinados países, por lo que la vía más razonable para alcanzar ese objetivo de transición energética “es la renovable eléctrica”.

Así, los escenarios simulados por la Comisión de Expertos apuntan a que “será difícil alcanzar el objetivo de renovables/demanda final de energía si no se alcanza un nivel suficiente de electrificación de la economía” ya que, en estos momentos, la electricidad solo es el 23 por ciento de la demanda final de energía en España.

En este punto, Sanz se detuvo a hablar de los precios de la electricidad, consecuencia directa de esa mayor electrificación, porque “electrificar significa que el consumidor va a tener que dejar de utilizar combustibles fósiles para consumir electricidad donde vamos a meter las renovables”, lo que llevó al comité de expertos a estudiar el ajuste de los precios de la electricidad a través de la fiscalidad. “Si las señales de precio trasladan adecuadamente los costes a los consumidores, éstos tomarán las decisiones eficientes”.

Para el grupo de expertos, la fiscalidad actual en España “no es medioambiental” porque hay impuestos que no discriminan, como el impuesto especial del cinco por ciento al consumo eléctrico, o el recientemente suprimido siete por ciento a la generación. “Solo había uno que discriminaba parcialmente como es el céntimo verde” dijo, por lo que el informe propone una “limpieza” de todos los impuestos que gravan la energía con motivos recaudatorios y sustituirlos por impuestos medioambientales.

Para Sanz, eso significaría eliminar muchos de los impuestos actuales como a los hidrocarburos y sustituirlos por un impuesto a las emisiones de CO2 y otro a las emisiones de otros gases contaminantes como el SOx, NOx y partículas para “que todo el mundo pague en función de lo que emita, el que emita más pague más y el que emita menos, menos”. “Eso es hacer real el lema de que quien contamina paga” advirtió.

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Sanz estimó que parte de la recaudación de estos impuestos debería ir destinada a financiar una parte de las energías renovables para responder al reto de que en el año 2020, el 20 por ciento de la energía final consumida debería ser renovable. En este sentido admitió también que “el autoconsumo tiene que ser posible y debería ser una opción para el consumidor”.

“Va a haber cambios y hay que tomar decisiones” constató Jorge Sanz tras la defensa del informe ante los diputados de la Comisión para la Transición Ecológica, tarea que circunscribió a “na decisión política” porque “nosotros no opinamos si se tiene que cerrar o no el carbón”, o en el cierre o mantenimiento de las nucleares ya que en todos los casos “impactan en el precio y en las emisiones”. En todo caso, el documento habla en todo momento de “progresividad” en la toma de esas decisiones porque, como manifestó, “la transición no va a ser gratis, va a haber ganadores y va a haber perdedores”.

Fuente: Diario de León