Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea pactaron ayer la posición común que mantendrán ante la próxima cumbre mundial sobre cambio climático de la ONU, que se celebrará el mes de diciembre en París, en donde se espera un acuerdo mundial contra el calentamiento para sustituir al protocolo de Kioto. El pacto defiende una reducción del un 50% las emisiones mundiales de gases invernadero para el año 2050 con relación a los niveles de 1990, y que éstas «estén cercanas a cero en 2100».

Los responsables de las carteras de Medio Ambiente alcanzaron un pacto interno tras sortear la resistencia de Polonia, lo que les permitió abogar por un acuerdo «ambicioso» y «vinculante» en París, aunque éste es aún muy incierto. La UE defiende que lo acordado evitará una subida de temperaturas de más de dos grados con relación a las de la época preindustrial -ya han subido 0,8 grados el último siglo-, el umbral que puede desencadenar graves efectos climáticos (inundaciones, deshielos, subidas de nivel del mar, olas de calor…).

El comisario de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete, destacó que el acuerdo europeo encajaría con los objetivos planteados por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), que propone una rebaja de entre el 40% y el 70% en base a 2010.

Mientras, la planificación de las metas específicas europeas mantiene su compromiso de reducir «al menos» un 40% las emisiones invernadero para 2030 (siempre con relación a 1990), aunque con el anhelo de lograr una rebaja de esas emisiones de entre el 80% y el 95% para 2050 (sobre 1990), lo cual da una idea del reto que tienen países ricos para frenar el cambio climático.

Las principales organizaciones ecologistas criticaron a la UE por adoptar una postura que consideran «débil» o demasiado vaga, pues estiman que o no hay concreciones o estiman que los ministros deberían haber dejado más claro que reclaman esfuerzos «comparables» para China o EE.UU., cuyas metas son menos ambiciosas. WWF criticó que la UE no haya concretado cuál será su contribución a los fondos para financiar la adaptación al cambio climático de los países menos adelantados, los más vulnerables al calentamiento y que sufren especialmente sus impactos. Esa insuficiencia de la financiación pone en peligro el acuerdo mundial, alertó hace unos días François Hollande.

La Red Climate Action Network echó en falta que la UE no determinen las metas «adicionales» para antes el 2020. Hay que tener en cuenta que Europa se propuso reducir sus emisiones un 20% en el 2020, y ha superado ese examen ocho años antes (el 2012). Se puso, pues, deberes muy fáciles. Mientras, los científicos de la NASA informaron que el 2015 va camino de ser el año más caluroso desde que hay registros con lo que superaría la marca del 2014.

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