Un grupo de científicos de la Universidad de Alicante (UA) ha desarrollado un sistema autónomo de desalación y potabilización de agua mediante electrodiálisis y alimentado directamente con energía solar, que puede aplicarse en zonas aisladas de la red eléctrica.

Esta tecnología, que sirve exclusivamente para quitar la salinidad del agua, es sostenible y respetuosa con el medio ambiente al recibir la energía de paneles solares fotovoltaicos, lo que supone un proceso libre de emisiones de CO2 y, por tanto, no contribuye al cambio climático.

También reduce el gasto de inversión y mantenimiento al evitar el uso de baterías como fuente energética. Este aspecto es clave, toda vez que permite que desaparezcan los costes económicos y medioambientales asociados a la gestión de las baterías una vez agotadas (residuos).

El artífice de esta técnica es el director del Instituto de Electroquímica de la UA, Vicente Montiel, junto con parte de su grupo de investigación, quien ha explicado que han diseñado una potabilizadora portátil que puede ser adaptada y aplicada en aguas de procedencia muy diversa: mar, pozos salobres, plantas depuradoras o procesos industriales.

Según Montiel, el equipo puede emplearse para la obtención de aguas aptas para el consumo humano, el riego, el baldeo u otras necesidades en lugares donde no haya corriente eléctrica porque no exista red de energía o se haya producido un desastre natural (terremotos, inundaciones o incendios). «Esta tecnología puede ser también una posible solución para mitigar el problema de la sequía, al igual que las plantas de ósmosis», ha apuntado.

El grupo de investigación ha diseñado una planta piloto de demostración con capacidad de generar un metro cúbico al día de agua potable y busca empresas interesadas en la explotación comercial de esta tecnología mediante acuerdos de licencia y/o cooperación técnica.

«Lo que hemos planteado no es una técnica novedosa; de hecho, en Canarias, desde hace muchos años, se ha aplicado la electrodiálisis» para la desalación del agua», ha expuesto Montiel. Pero la novedad de la tecnología desarrollada por la UA radica en que la totalidad de la alimentación eléctrica del sistema se realiza desde un campo solar fotovoltaico, ha resaltado. Este investigador fue el primero en publicar en la literatura científica, ya en 2006, la técnica de crear un sistema autónomo de potabilización de agua salobre alimentado directamente con energía solar fotovoltaica.

«Por lo que nosotros contrastamos científicamente, hasta ese año nadie había probado» el empleo de la energía solar acoplado directamente a sistemas de electrodiálisis en procesos de desalación, sino que se usaban baterías, que «implican un problema medioambiental cuando dejan de funcionar al tratarse de un residuo que entraña un posible riesgo de toxicidad», ha señalado Montiel.

Ha precisado que la técnica que han ideado sirve para depurar agua «cuyo problema sea exclusivamente la presencia de sales por encima de lo que tolera un ser humano o un campo para regar». «Si el agua tiene otro problema, como pudiera ser la presencia de materia orgánica, esta tecnología no sería aplicable», ha aclarado.

En los procedimientos de desalación siempre hay una cantidad de agua que, a pesar de someterse a este tratamiento para su depuración, no sirve para el consumo humano o para regar el campo al contener una concentración de salinidad mucho más fuerte que la de origen, lo que se denomina en el lenguaje llano «agua de rechazo». Sin embargo, «con nuestro sistema, se puede regular, por ejemplo, que el agua de rechazo tenga una salinidad similar a la del mar«, ha asegurado Montiel.

También ha subrayado que la técnica que han desarrollado ha demostrado que «funciona científicamente», dado que, entre otros aspectos, «los niveles de recuperación de agua son más altos», entre el 80 % y el 90 % de la totalidad del agua tratada.

Igualmente, aprovecha la máxima energía que ofrecen los paneles cuando reciben la luz del sol y goza de alta disponibilidad al posibilitar la acumulación de agua tratada para los periodos de insuficiencia energética de las fuentes renovables.

fuente: https://gestoresderesiduos.org/