El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha aprovechado su comparecencia (de más de tres horas de duración) en la comisión de su ramo en el Congreso para cargar contra la herencia recibida por el Gobierno anterior y anunciar un paquete de 66 medidas que principalmente provocará una reforma profundísima de toda la legislación medioambiental que se aprobó en la legislatura de 2004 a 2008. Además, también reestructurará el sector agroalimentario.

Todos estos cambios pasan por reformar la Ley de Costas, la Ley de Calidad del Aire, la Ley de Aguas, la Ley de Responsabilidad Ambiental, la de Biodiversidad, etc… Todo ello justificado en la «preocupante herencia» recibida del Ejecutivo socialista en materia medioambiental, especialmente en lo que se refiere a la gestión del agua.

Entre todas estas modificaciones, una de las que más polémica conlleva es el establecimiento de un «nuevo Plan Hidrológico del Agua«, que tendrá el objetivo de garantizar el suministro de agua «en calidad y cantidad», y de manera «solidaria».

El ministro ha avanzado que revisará «todos los planes de demarcación hidrográfica y potenciará la reutilización y depuración», en coordinación con las Confederaciones Hidrográficas y con las Sociedades de Agua.

Nuevo Plan Hidrológico

Arias Cañete ha golpeado con dureza al plan de desalinizadoras del anterior Gobierno para justificar este Plan Hidrológico. De las 51 desalinizadoras previstas en el citado Plan, Arias Cañete ha sostenido que sólo hay 17 en funcionamiento, 15 en construcción y el resto en trámites; y que la inversión necesaria para que todas estén operativas asciende a 2.416 millones, que hay que sumar a los 1.664 millones ya gastados.

En ese sentido, Arias Cañete ha subrayado que la sustitución del Plan Hidrológico por ese Plan de Desalinizadoras socialista, en 2004, ha dado lugar a que sólo esté disponible el 16,45% del agua prevista en el proyecto que promovía el PP, es decir, los 111 hectómetros cúbicos que, según el ministro, aportan esas 17 desalinizadoras operativas.

El ministro ha incidido en que se avanzará en una mejor coordinación en la toma de decisiones en el tema de agua entre las confederaciones hidrográficas, las sociedades estatales de agua y la Dirección General del Agua, que «liderará» dicha coordinación. Al mismo tiempo, ha insistido en que se realizarán las actuaciones para lograr el «100 por 100» de la depuración de la carga contaminante en aguas en España, que comenzará por los grandes núcleos de población y en poblaciones en zonas «ambientalmente sensibles».

En materia de la Directiva Marco de Agua, ha dicho que, desde el Ministerio se impulsará «decididamente» la aprobación de los planes de demarcación hidrográfica inter-comunitarios.

Ley de costas

Otro de los capítulos principales de su intervención ha sido el anuncio de la reforma de la Ley de Costas, de 1988, argumentando que «su aplicación errática en los últimos 8 años ha generado controversia, inquietud e inseguridad jurídica» a los ciudadanos; por cuyas quejas, «hasta el Parlamento Europeo ha pedido una revisión».

Ante las críticas suscitadas por ese último punto en los partidos de la oposición, Arias Cañete ha aclarado que su objetivo es buscar seguridad jurídica, y ha recordado que casos como el del hotel Algarrobico, en Cabo de Gata, salieron adelante con un gobierno municipal y regional del PSOE.

«Yo Algarrobicos no sé hacer, ni los pienso hacer. Aquí alguien me lo podría enseñar. Yo voy a dedicarme a poner en valor nuestras costas y playas. En el litoral español hay ejemplos nefastos y magníficos, y yo prefiero copiar los magníficos», ha añadido.

Además, ha prometido una batería de medidas para conservar el medio marino, la protección de los humedales costeros, impulsar una red de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAS) marinas, y sensibilizar a los ciudadanos para que contribuyan a la protección del litoral.

Otra ley ambiental que estará sujeta a reforma será la de Calidad del Aire, de 2007, sobre la que el ministro ha dicho que «se van a implementar los nuevos preceptos de la directiva comunitaria», y que habrá un solo registro de todas las actividades susceptibles de perjudicar la calidad ambiental.

En lo que se refiere a cambio climático, el ministro ha subrayado que su reto será reducir las emisiones difusas (procedentes de sectores como el transporte), potenciar los bosques como sumideros de carbono; apoyar planes de movilidad sostenible y cálculo de la huella de carbono, e involucrar al sector privado en actividades de reforestación.

Ante la pregunta de la portavoz socialista en la comisión Leire Pajín, quien le ha preguntado si España va a seguir apoyando una reducción de emisiones del 30 % para 2020 en la Unión Europea, Arias Cañete ha respondido que «no vamos a asumir compromisos que no pueda cumplir nuestro país». Yo no puedo asumir un 30 % de reducción de emisiones en 2020 si no cumplo ni el 15 de Kioto (objetivo actual), si estoy comprando derechos de emisión por un tubo», ha espetado el ministro, para quien «ser líderes mundiales en cambio climático no es hacer declaraciones voluntaristas que no sirven de nada, sino cumplir los objetivos de Kioto. Y este Gobierno se va a dedicar a eso».

Sector agrario

Arias Cañete también ha anunciado una reestructuración del sistema agroalimentario español, entre las que se encuentra el impulso a la integración de las explotaciones agrarias en cooperativas u otras organizaciones «con dimensión».

Subrayó que trabajará especialmente en el ámbito de la producción, sobre el que pesa la «seria amenaza» de abandono de la actividad por la caída de la renta agraria y el aumento de los costes de producción.

Así, avanzó que el Gobierno favorecerá la concentración de la oferta y reducirá las cargas administrativas que sufren actualmente agricultores y ganaderos, así como las que conllevan la implantación de nuevos proyectos empresariales en el ámbito rural.

Asimismo, anunció la puesta en marcha de la Estrategia Nacional para la Defensa de la Alimentación Española y la potenciación del Observatorio de Precios para que «además de observar, pueda desarrollar una actitud proactiva en la corrección de las disfunciones que se detecten». También destacó que se potenciará la consolidación de las organizaciones interprofsionales.

Finalmente, ha opinado que la decisión de Industria de suprimir las ayudas a nuevas instalaciones renovables no supone «un parón» para el sector sino «una ordenación temporal»

La opinión de los ecologistas

Algunas organizaciones que promueven la protección y el respeto por el medio ambiente han criticado estas medidas anunciadas por Arias Cañete. Greenpeace ha expresado en un comunicado su temor ante la posibilidad de volver a viejas políticas de gestión del agua y desimplificar las exigencias del procedimiento de la evaluación ambiental.

«Tras el discurso del ministro, queda claro que el actual Gobierno considera que las políticas medioambientales son un obstáculo para el desarrollo económico y no una oportunidad para salir de la crisis», ha declarado Mario Rodríguez, director de Greenpeace España.

Es una «regresión medioambiental sin precedentes», según Ecologistas en Acción

Ecologistas en Acción, ha ido más allá, y han tachado las medidas de «regresión medioambiental sin precedentes» en la historia de la democracia española. En una nota de prensa, la federación ha señalado que Arias Cañete pretende eliminar la gran mayoría de las regulaciones ambientalescon el único objetivo de favorecer el crecimiento económico, «despreciando la necesaria conservación del medio ambiente».

A su juicio, las medidas anunciadas por el ministro tienen como objetivo desregular y restar ambición a la legislación ambiental para que el medio ambiente no suponga trabas a la reactivación económica. «Una reactivación económica, eso sí», precisó la organización, «que replica el modelo desarrollista que nos ha traído a este colapso económico, ambiental y social en el que estamos inmersos».

Fuentes: http://www.publico.es y http://www.abc.es