Existen muchas razones que te pueden llevar a tomar una de las decisiones más importantes de tu vida, dejar la segura y acogedora zona de confort en la que te has ido instalando los últimos años, y decidir embarcarte en una de las aventuras más inquietantes y abrumadoras que te hayas planteado nunca: emprender.

Ese es el momento clave, el momento de máxima ilusión cuando crees que nada puede pararte porque has tomado LA DECISIÓN y ya no existe nada en el mundo entero que pueda frenar tu fuerza y tus ganas. Y todo el mundo dice que es complicado, que surgen problemas, pero tú no crees que eso vaya a pasarte a ti, porque tú tienes motivación y ganas de hacer bien las cosas (como si los demás no las tuvieran).

Hace escasos días presentamos en sociedad a Gaia Estudios Medioambientales (@GaiaEMA) y detrás de lo que parece ser tan solo un nombre hay un esfuerzo altísimo por parte de sus fundadoras. Hemos tenido problemas, como todo el mundo; nos hemos sentido abrumadas y agotadas, como tantos otros; pero tenemos una fuerte ilusión por conseguir nuestro sueño y ese es el factor clave para seguir adelante.

Para alguien que no tiene formación en Dirección y Administración de Empresas, que no cuenta con conocimientos en Contabilidad y Fiscalidad, que nunca se ha tenido que enfrentar a labores Comerciales y de Marketing, para alguien así, es un auténtico quebradero de cabeza la creación de una empresa.

Nadie dijo que las cosas fueran a ser fáciles, pero hay gente dispuesta a ayudar, bien mentores, bien asociaciones, bien aceleradoras. La ayuda es siempre bien recibida, pero a mi llegó un punto que la saturación de información me superó y que acabe sumida en un día de crisis al que tuve que sobreponerme. Porque ahora tú eres dueño de ti, de tu vida profesional y, tendrás momentos malos, totalmente lícito y entendible, pero, nadie va a venir en tu rescate, y tienes que tener la fuerza y el coraje suficiente para levantarte y seguir adelante. Porque tú tienes un sueño y tienes el objetivo de cumplirlo.

Desde que decidí (o decidieron por mi) salir de esa fabulosa y estupenda zona de confort sólo hay una única actitud que permite mi movimiento diario: pensamiento positivo (o como se diría en twitter #pensamientopositivo).

De lo que suceda de aquí en adelante, nada es seguro, porque la incertidumbre es ahora un estado habitual en mi día a día. Eso sí, no dudéis que, a partir de ahora, seréis informados al detalle de las novedades que me vaya encontrando en el camino.