El director del Foro de la Transición Energética y el Cambio Climático de la Fundación Focus-Abengoa y consejero de Abengoa, Josep Borrell, hizo hincapié en la necesidad de imponer un precio sobre las emisiones de carbono que «refleje su coste social», durante un encuentro titulado ‘El papel de las empresas y la sociedad en la transición energética y la lucha contra el cambio climático’.

«Si el carbono no tiene un precio que refleje su coste social, seguiremos diciendo que las renovables han de ser subsidiadas –ha expresado– cuando, a día de hoy, la sociedad está subsidiando a las empresas que generan energía carbonatada, porque no se les cobra el coste real de las emisiones».

Borrell señaló el precio del carbono como la medida fundamental para crear unas condiciones que permitan hacer atractiva la inversión en energías renovables y que haya empresas que «se la jueguen» con capital privado. «Al final, las empresas tienen unas exigencias de rentabilidad que tienen que tener en cuenta sí o sí», ha recordado.

En este sentido, la directora de Clima y Energía del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible, María Mendiluce, señaló el papel del sector público, de cara a elaborar las políticas necesarias para que el sector de la energía renovable sea rentable.

Sin embargo, ha hecho especial hincapié en la capacidad de las empresas y los empresarios para ejercer liderazgo desde la avanzadilla del desarrollo de la economía sostenible y de «arrastrar» a otras tras de sí. Así, ha señalado a empresas como Unilever, Ikea u otras grandes compañías que han adoptado medidas de sostenibilidad, reducción de emisiones y eliminación de la deforestación que luego han hecho extensivas a sus proveedores.

Además, de cara a la Cumbre del Clima de París (COP21) que se celebrará el próximo mes de diciembre, ha asegurado que será un nuevo hito en la participación de empresas y organizaciones no gubernamentales en las conversaciones y negociaciones.

Ante el encuentro convocado en París, manifestó la necesidad de que el mensaje final que salga sea el de avanzar hacia un escenario de emisiones 0. Sin embargo, se ha mostrado convencida de que habrá un «salto» entre los objetivos que acuerden los países y las necesidades reales para conseguir frenar un aumento de dos grados en la temperatura media del planeta.

Por ello, ha subrayado la importancia de que las empresas participen en la Agenda de Soluciones impulsada por el gobierno francés con esta finalidad.

«Las empresas tienen la oportunidad de participar por primera vez en la agenda de soluciones, que fue creada muy inteligentemente por el gobierno francés, porque entiende que va a haber un gap entre lo que los países van a acordar y lo que se necesita», ha explicado.

Mendiluce incidió en la necesidad de un «cambio de actitud» por parte de las compañías para incrementar su implicación en estas conversaciones y ha lamentado que, a nivel general, no se aprecia un gran nivel de participación por parte de empresas españolas en el ámbito de la sostenibilidad.

«Yo no sé lo que está pasando en España porque, después de lo que se ha invertido en renovables en el país, que no se esté por ahí hablando de lo que se ha hecho es haber tirado la inversión», ha expresado.

Ausencia de empresas españolas

“Desgraciadamente no veo muchas empresas españolas” en estos foros globales, ha dicho,  lo que supondría no poner en valor la inversión que se ha hecho en España para avanzar hacia un desarrollo más sostenible.

La directora del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI), Teresa Ribera, también ha lamentando que España no haya estado no sólo en los foros ambientales globales donde se dirimen estos asuntos, sino también en los económicos, financieros y energéticos.

Ribera ha puesto cifras a ese precio del carbono si queremos que sea “efectivo y disuasorio”, y que sirva para “implosionar la econonomía del carbono” lo antes posible: entre los 100 y los 150 euros de tonelada, frente a los apenas 7 euros actuales.

Domingo Jiménez Beltrán, director de la Fundación Renovables, ha considerado mucho más efectiva la fiscalidad verde y la apuesta por las energías renovables, y en ese sentido ha criticado la “falta de voluntad política” en España para afrontar el desafío de la transición energética “a pesar del enorme margen de maniobra existente”.

Jiménez Beltrán ha reclamado al Gobierno que salga de las próximas elecciones generales que, “sea del color que sea”, “logre un Pacto de Estado para la transición energética” que no permita seguir dando bandazos en esta materia.

Ribera ha agregado que para alcanzar la meta de que la emisión por habitante no supere las 1,7 toneladas per cápita en 2050, España “debería plantear escenarios inteligentemente para alcanzar ese objetivo“, consistente con la meta global de que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados a finales de siglo.

Fuentes: EFE y EP.