La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica alerta que el año pasado se llegó a niveles récord de metano en la atmósfera. El gas es, junto con el dióxido de carbono, uno de los culpables del efecto invernadero.

Global Methane Tracker https://www.iea.org/

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés) advirtió este jueves que el metano aumentó a niveles récord en 2021. El metano es el segundo gas que más contribuye al calentamiento global y el subsecuente efecto invernadero. Este gas es emitido por la producción, transportación y uso de combustibles fósiles, así como la descomposición de materia orgánica y la digestión de especies animales rumiantes.

Durante la pasada COP 26 celebrada en Glasgow, los países firmantes se comprometieron a disminuir un 30% de las emisiones de metano antes de 2030. China, Rusia, Irán e India, algunos de los grandes emisores del gas, no se unieron a la meta.

«Nuestros datos muestran que las emisiones globales continúan incrementando a rápida velocidad», dijo Rick Spinrad en un comunicado de la NOAA. El incremento durante de 2021 es el más grande registrado desde 1983, año en el que comienza la serie histórica. El nivel de metano en la atmósfera en el año tuvo un promedio de 1,895.7 ppb (partes por billón), 162% más que los emitidos en época pre-industrial. «No podemos costear el retraso de acción efectiva contra los gases que producen el efecto invernadero, agregó Spinrad.

Metano por combustibles fósiles

Se estima que un 30% de metano proviene de la producción de combustible fósil. Aunque el metano se encuentra muy por debajo en del dióxido de carbono en la átmosfera, este gas es alrededor de 25 veces más efectivo atrapando calor en la atmósfera que el CO2. Además el metano es uno de los elementos que forman el smog con efectos adversos para la salud humana y medioambiental.

Sin embargo, el metano solo tiene una presencia activa en la atmósfera con promedio de nueve años mientras que el CO2 permanece miles de años. Los cálculos muestran que debido al incremento de lluvias e inundaciones desde 2006 hay mayor emisión de metano por descomposición biológica natural. Es por ello que controlar la emisión de metano antropónima debe ser prioritario.

Fuente: Ágora Diario