Los edificios representan el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la Unión Europea, por lo que reducirlas es fundamental para lograr la neutralidad climática en los próximos años. En este contexto, el Parlamento Europeo ha aprobado la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios (EPBD) que tiene por objeto reducir al máximo las emisiones de GEI y el consumo de energía en el sector de la construcción de la UE de aquí a 2030, y hacerlo climáticamente neutro a partir de 2050. El texto tendrá que ser aprobado por el Consejo de Ministros para convertirse en ley.
En diciembre de 2021, la Comisión Europea presentó una propuesta de revisión de la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios, parte del paquete Fit for 55, con el objetivo de descarbonizar el parque de edificios de la Unión Europea para 2050.
El Consejo y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo provisional sobre la propuesta de revisión de esta Directiva en diciembre de 2023.
Los edificios nuevos serán cero emisiones en 2030
Todos los edificios nuevos deberán ser climáticamente neutros a partir de 2030. Los edificios nuevos ocupados por las autoridades públicas o que sean de su propiedad deberán alcanzar este objetivo ya en 2028. Los Estados miembros podrán tener en cuenta el potencial de calentamiento global (PCG) a lo largo del ciclo de vida del edificio, que incluye la producción y eliminación de los productos utilizados para construirlo.
En el caso de los edificios residenciales, los países de la Unión Europea tendrán que adoptar medidas que garanticen una reducción en el promedio de energía primaria utilizada de al menos un 16% para 2030 y al menos entre un 20 y un 22% para 2035.
Renovación del 16% de los edificios no residenciales menos eficientes
De acuerdo con esta nueva Directiva, los países estarán obligados a la renovación del 16% de los edificios no residenciales menos eficientes para 2030 y, para 2033, el 26% con menor eficiencia mediante requisitos mínimos de eficiencia energética.
Si fuera técnica y económicamente adecuado, los Estados miembros tendrán que implementar instalaciones solares de forma paulatina en edificios públicos y no residenciales, dependiendo de su tamaño, y en todos los edificios residenciales nuevos de aquí a 2030.
Descarbonizar los sistemas de calefacción
Los Estados miembros deberán adoptar medidas para descarbonizar los sistemas de calefacción y eliminar gradualmente los combustibles fósiles en la calefacción y la refrigeración con el objetivo de eliminar por completo las calderas de combustibles fósiles para 2040. A partir de 2025 se prohibirá subvencionar las calderas independientes de combustibles fósiles.
Los incentivos financieros seguirán siendo aceptables para los sistemas híbridos de calefacción que utilicen una cuota significativa de renovables, como los que combinan una caldera con una bomba de calor o una instalación solar térmica.
Cabe resaltar que los edificios agrícolas y los que formen parte del patrimonio cultural e histórico pueden excluirse de esta nueva normativa. Los países de la Unión Europea podrán decidir no establecer o no aplicar sus requisitos a los edificios protegidos en razón de su valor arquitectónico o histórico especial, a las construcciones provisionales y a los edificios utilizados como lugares de culto y para actividades religiosas.
Fuente: construible.es
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