Los expertos de la ONU avisan de que el aumento de las olas de calor, las sequías y las inundaciones ya están superando los umbrales de tolerancia de plantas y animales. Más del 40% de la población es altamente vulnerable al cambio climático.

Imagen de la sequía en Australia

En una pequeña isla de la costa autraliana, las inundaciones provocadas por el aumento del nivel del mar han acabado con un pequeño roedor. El ratón cola de mosaico se ha convertido en el primer mamífero extinguido oficialmente por culpa del cambio climático, pero no es la única especie que se enfrenta a su desaparición por esta causa. La conclusión de un informe especial publicado este lunes por los expertos en clima de la ONU dice que el aumento de los extremos meteorológicos ya está provocando daños «irreversibles» en el planeta y está empujando a plantas, animales y humanos «más allá de su capacidad de adaptación». Es decir, si no se reducen también las emisiones responsables del calentamiento global, la posibilidad de resistir llegará a su límite, como le ha ocurrido al ratón cola de mosaico.

Las evidencias que recopila el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre la magnitud de los impactos del calentamiento global son abrumadoras y superan las estimaciones previas. «He visto muchos informes científicos durante mi carrera, pero ninguno como este», ha dicho el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Para ello, 270 de los científicos más destacados de todo el mundo han analizado más de 40.000 estudios, buscando las certezas y consensos científicos sobre cómo el planeta está lidiando y puede hacerlo en el futuro con respecto a los impactos climáticos. El panorama resultante es un «atlas del sufrimiento humano», en palabras de Guterres.

Los daños se están produciendo ya. Aproximadamente la mitad de las especies que se han estudiado a nivel mundial se han desplazado hacia latitudes mayores o hacia terrenos más altos para intentar contrarrestar el calentamiento global. También se han perdido cientos de subpoblaciones de diferentes especies a nivel local, y se han registrado episodios de mortandad masiva en corales y praderas marinas. Europa no se libra. Las pérdidas de cultivos por las sequías se han triplicado en los últimos 50 años.

Mejorar la preparación ante el cambio climático es esencial, pero sin una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global, la capacidad de plantas, animales y humanos para resistir a los cambios llegará a su límite: no podrán huir hacia latitudes o alturas mayores, no podrán escapar del calentamiento de los océanos, y no podrán lograr el agua necesaria para mantener el mismo nivel de cultivos. La pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructuras solo empeorará, dice el informe.

«El informe es una grave advertencia sobre las consecuencias de la inacción», valoró Hoesung Lee, presidente del IPCC. «Muestra que el cambio climático es una amenaza grave y creciente para nuestro bienestar y un planeta saludable. Nuestras acciones de hoy darán forma a cómo las personas se adaptan y la naturaleza responde a los crecientes riesgos climáticos».

El aumento de las olas de calor, las sequías y las inundaciones ya están superando los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, pero también han expuesto a millones de personas a la inseguridad alimentaria y a la escasez de agua. Hoy aproximadamente entre 3.300 y 3.600 millones de personas, más del 40% de la población, son altamente vulnerables al cambio climático, dice el informe.

Adaptarse

Si los científicos de la ONU apuntan a que «muchos sistemas naturales están cerca de los límites estrictos de su capacidad de adaptación natural», todo se complicará si el planeta supera los 1,5ºC de calentamiento global. Un umbral de temperatura hacia el que se encamina el mundo, ya que la temperatura respecto a la era preindustrial se sitúa ya en 1,1º. Informes anteriores vaticinan que probablemente se alcance el grado y medio de calentamiento en este siglo.

El nivel de riesgo a medio y largo plazo dependerá de las políticas que se adopten, así como si se aplican reducciones drásticas de emisiones de efecto invernadero, como el dióxido de carbono o el metano. Pero la caída que se necesitaría es muy alta: un 45% de reducción para 2030 y, para 2050, alcanzar la neutralidad climática, es decir, no añadir más emisiones a la atmósfera de las que se puedan ‘capturar’.

«El informe es muy claro, da un límite de calentamiento a 1,5º. Sabemos que es muy difícil, pero también entendemos mejor los riesgos y, tal vez, la irreversibilidad para temperaturas mas altas», dijo en un encuentro con periodistas Thelma Krug, vicepresidenta del IPCC.

Para lograrlo son necesarias acciones urgentes y a corto plazo, que «reducirían sustancialmente las pérdidas y los daños proyectados» pero «no pueden eliminarlos todos», reconocen los expertos el informe.

Riesgo de extinción

Así, entre un 3 y un 14% de las especies terrestres se verán amenazadas de extinción incluso si el calentamiento global se limita a 1,5 grados, pero el daño se situaría en la horquilla superior de traspasar el umbral de calentamiento. Y cerca de mil millones de personas podrían vivir para 2050 en zonas costeras amenazadas por la combinación de la subida del nivel del mar y las inundaciones costeras asociadas a los temporales.

La adaptación tampoco resolverá todos los problemas para el sistema alimentario. «Ya se están desarrollando estrategias de adaptación, pero hay elementos que ya han llegado a un límite», explica en una reunión con periodistas Marta Rivera Ferre, profesora de Investigación en Ingenio (CSIC-UPV) y autora en el informe. La irrigación, que se ha planteado como una estrategia para paliar las consecuencias del cambio climático, podría no ser viable al aumentar los escenarios de sequía. El impacto observado en los cultivos es ya notable. En el maíz, trigo y arroz ya ha caído un 5% a nivel mundial. Y en un escenario de altas emisiones, el 10% de la superficie agrícola útil no podrá ser utilizada.

Opciones

Los eventos extremos del clima se están dando simultáneamente, causando impactos en cascada que son cada vez más difíciles de manejar. Muchos interactúan entre sí, «lo que resultará en un riesgo general» que traspasará regiones y sectores.

Además, algunas de las medidas tomadas para adaptarse a los efectos del cambio climático han causado efectos indeseados. Por ejemplo, la destrucción de la naturaleza, poniendo en peligro la vida de las personas o aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, hay opciones disponibles que pueden ser aplicadas, como la restauración de ecosistemas degradados y la conservación del 30 al 50 por ciento de los hábitats terrestres, de agua dulce y oceánicos, de los que se podrían beneficiar los seres humanos gracias a su capacidad para regular el aire o el agua, así como absorber y almacenar carbono.

«La adaptación salva vidas», dijo Guterres. «A medida que los impactos climáticos empeoren, y lo harán, aumentar las inversiones será esencial para la supervivencia… Retrasarse significa la muerte».

Fuente: ABC