La campaña del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Plantemos para el Planeta, ya ha conseguido el reto de plantar 47 millones de árboles en España, un árbol por habitante. Pero ¿por qué no ir más lejos si se puede? De esta pregunta nace Ardilla, una iniciativa de impacto nacional para restaurar y conectar los bosques de España con la participación de las administraciones públicas, las empresas, ONG y el voluntariado social. Una iniciativa única en Europa por la amplitud de su cometido.

Los bosques representan el hábitat natural del 90 por ciento de las especies animales y vegetales. Con la perdida de los bosques tres especies desaparecen cada hora. La deforestación y la degradación de los bosques están costando a la economía mundial casi 3 trillones de euros al año, más que lo que costó y sigue costando la crisis financiera.

El mito de la “ardilla viajera”
Según el mito de la “ardilla viajera”, atribuido a Plinio y a Estrabón, en tiempos remotos era tal la continuidad de los bosques ibéricos que una ardilla podía recorrer la Península de costa a costa por las copas de los árboles sin necesidad de descender a tierra. La famosa anécdota de la Ardilla fue popularizada por Félix Rodríguez de la Fuente en “El Hombre y la Tierra”.

Probablemente Félix Rodríguez de la Fuente sabía de la exageración de Plinio y Estrabón, pero con ese mensaje y ese mito hizo vibrar a millones de personas y acercó la naturaleza al pueblo. Desde Ardilla se quiere continuar ese viaje que él inició.

De ahí que uno de los grandes retos, tanto a nivel nacional como internacional, sea la conectividad entre los espacios naturales, permitiendo una mejor preservación y gestión de los ecosistemas naturales. Ardilla quiere conectar los bosques existentes, por eso se ha diseñado una red de corredores ecológicos en los que se propone la restauración de las áreas deforestadas. Se conectarán las cordilleras béticas con el Pirineo y con la Cordillera Cantábrica a través de varios corredores y sub corredores enlazando el sur del país con el norte y el este con el oeste, consiguiendo los objetivos de conexión ecológica entre los ecosistemas forestales.

Ardilla pretende servir de corredor ecológico para permitir las migraciones de las especies de fauna y flora entre distintos territorios. Durante años hemos creado nuestra red de infraestructuras estratégica, corredores ferroviarios, autovías, canalizaciones, etc. Lo que para los humanos es una ventaja, para las especies puede ser una barrera. Ha llegado el momento de crear una infraestructura verde y conservarla.

Responsabilidad social individual y corporativa
Se trata de fomentar la responsabilidad social individual y corporativa conectando una red de personas y entidades con un compromiso común: Crear un corredor ecológico único que conecte todas las Comunidades Autónomas de España y todas las ciudades y poblaciones posibles mediante la plantación de árboles y su gestión sostenible. Un proyecto que ya ha despertado el interés del Consejo Europeo y que será exportado internacionalmente.

Muchas de las empresas líderes españolas ya han iniciado programas de Responsabilidad Social Corporativa con Ardilla. Y muchas otras lo harán porque plantar un árbol y conservar un bosque es algo que puede dimensionar toda empresa, sea ésta multinacional, gran empresa o una PYME. El trazado de los corredores está preparado en colaboración con las administraciones públicas propietarias o gestoras de los terrenos, estableciendo una nueva forma de colaboración pública-privada.

En el diseño de Ardilla se ha querido complementar la gestión de los espacios naturales protegidos Red Natura 2000 con la idea visionaria de implicar a las empresas responsables en la conservación de los bosques.

Desde Tarifa hasta la costa Azul francesa, Italia…

Recorrido de los corredores ecológicos del proyecto Ardilla. http://www.plantemosparaelplaneta.com/

El modelo de desarrollo de Ardilla ha sido creado desde el sur de España preparando una red de corredores que unen Tarifa a la Comunidad Valenciana y a Castilla la Mancha. El corredor costal, a lo largo del Mediterráneo, se prolongará hasta Francia, territorio gestionado por la oficina nacional francesa de los bosques. Luego, por un lado seguirá la costa Azul francesa bajando hacia el sur de Italia a través de un largo corredor mediterráneo, y por el otro lado subirá hacia el centro de Europa para unirse al gran cinturón verde centroeuropeo. La primera red de corredores de la Península representa un total de unos 4000 km.

Las obras de plantación son confiadas a empresas de la región con el fin de fomentar el empleo local. Además, Ardilla promueve la participación de personal profesional discapacitado, demostrando la importancia y la eficacia de la integración social en el sector medioambiental. Y lo que es más importante, fomenta el desarrollo rural y la cohesión territorial mediante el impulso de actividades forestales que habían perdido interés económico. Sin olvidar la creación de empleos y el impulso de tecnologías verdes que generarán riqueza en zonas deprimidas.

¿Cuántos millones valen los bosques?
“Científicamente se han valorado los servicios recreativos, productivos y ambientales de los bosques en España en 4.653 millones de euros en renta anual”, según José Jiménez, director general de Medio Natural y Política Forestal del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). En el mismo sentido, una investigación de hace diez años sobre los Parques Nacionales españoles calculó que podían valer 40.000 millones de euros, aunque Jiménez advierte de que el valor de los bosques es muy superior a su precio de mercado, ya que lo que vale un bosque no se puede medir sólo en euros.

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Fuente: www.compromisorse.com