El esfuerzo conjunto de análisis entre las ocho compañías involucradas en este trabajo (Cepsa, EDP España, Enagás, Endesa, Iberdrola, Naturgy, Redeia y Repsol), con actividades y negocios tan diferentes, representa un hito en el sector energético.

Cepsa, EDP España, Enagás, Endesa, Iberdrola, Naturgy, Redeia y Repsol han trabajado de forma colaborativa durante tres años, con la coordinación de Azentúa y Ecoacsa, para consensuar una terminología, un marco y una metodología comunes para la identificación y valoración del capital natural, aplicable a la industria de la energía global.

El trabajo desarrollado y los resultados obtenidos son especialmente oportunos en un contexto en que los riesgos ambientales, geopolíticos, sociales, de gobernanza y tecnológicos asociados con la transición hacia una economía global cero neta en emisiones y positiva para la naturaleza requieren que las empresas brinden soluciones, reconsideren sus modelos empresariales, evalúen e informen sobre su impacto social y ambiental y se adapten constantemente para garantizar el éxito a largo plazo, la resiliencia estratégica y la preservación del valor.

A todo ello se suma el momento especialmente relevante en que nos encontramos en el contexto de la agenda política global. La COP 27 de Cambio Climático que arrancó el pasado domingo en Egipto está sirviendo para reforzar el reconocimiento de que la solución a la emergencia climática no será posible si no tenemos en consideración a la naturaleza. Además, queda poco menos de un mes para que dé comienzo en Montreal (Canadá) la 15.ª Conferencia de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (COP 15 CDB). En ella, tendrá lugar la adopción del acuerdo universal más relevante para la naturaleza de nuestro planeta durante la próxima década: el Marco Global de la Biodiversidad posterior a 2020.

La implementación de este marco implicará políticas, regulaciones y acciones, a escala regional y de país, que tendrán consecuencias directas en las operaciones de las compañías y en sus modelos de negocio. En este sentido, entre las 22 metas que contempla el MGB para el próximo decenio, la Meta 15 propone requisitos obligatorios para que las grandes empresas y el sector financiero evalúen y reporten sus impactos y dependencias de la biodiversidad.

Para que las empresas puedan reportar esta información, es necesario que cuenten con métodos y herramientas que proporcionen la información requerida con rigor y certeza de datos para su cálculo.

Las ocho compañías energéticas que forman parte del Grupo de Trabajo Capital Natural y Energía, enmarcado en los Grupos Sectoriales del Natural Capital Factory —plataforma española de la Capitals Coalition—, se ha centrado en la realización de una evaluación de capital natural, lo que ha hecho posible la identificación y cuantificación (en términos cualitativos) tanto de los impactos que las operaciones de las empresas provocan en la naturaleza como de las dependencias que tienen de ella.

Metodología y resultados principales

La aplicación del enfoque de capital natural ha sido el centro del trabajo conjunto desarrollado, y el instrumento elegido para su aplicación ha sido el Protocolo del Capital Natural.

El análisis llevado a cabo para identificar los servicios ecosistémicos más relevantes para los negocios de las ocho compañías en términos de impactos (negativos y positivos) y dependencias se evaluaron teniendo en cuenta tres niveles de materialidad: alto, medio y bajo.

Las actividades y subactividades evaluadas han sido: generación de energía eléctrica con  fuentes renovables (eólica terrestre, eólica marina, fotovoltaica e hidráulica); generación de energía eléctrica con fuentes no renovables (cogeneración, ciclos combinados, térmica de fuelgas, térmica de carbón y nuclear); transporte y distribución de electricidad; operación y gestión de infraestructuras gasistas y transporte de gas; exploración y producción de petróleo (y sus derivados) y gas; refinería y petroquímica. Todas ellas fueron analizadas desde un punto de vista de operación normal, sin tener en cuenta escenarios accidentales o acciones derivadas en fase de construcción o desmantelamiento de proyectos.

Fruto del trabajo en común son:

  • Un documento sectorial sobre el nexo energía y capital natural, en el que se recogen los impactos y las dependencias específicas del capital natural del sector energético español.
  • Una matriz sectorial y seis matrices por tecnologías de los impactos y dependencias de la naturaleza de las actividades de generación de energía eléctrica con fuentes renovables; generación de energía eléctrica con fuentes no renovables; transporte y distribución de electricidad; operación y gestión de infraestructuras gasistas y transporte de gas; exploración y producción de petróleo (y sus derivados) y gas y refinería y petroquímica.
  • Una metodología de evaluación del grado de relevancia que representa el capital natural para las distintas actividades y subactividades que abarcan los negocios de las firmas que integran el grupo de trabajo.

Impactos negativos:

La valoración cualitativa de los impactos negativos de las operaciones de las compañías sobre los servicios ecosistémicos evidencia especial preocupación por:

  • Los servicios culturales y recreativos, por ejemplo, la observación de animales y plantas en su hábitat y la percepción sensorial de otros aspectos naturales como los sonidos, colores, olores o estética, ya que la presencia de determinadas infraestructuras en el paisaje puede limitar estas experiencias.
  • Los posibles efectos adversos sobre especies sensibles y su mantenimiento, tanto a nivel de acervo genético y de especies (servicio ecosistémico de aprovisionamiento), como a nivel del mantenimiento del ciclo de vida y protección del hábitat y todos los aspectos ambientales del mismo (servicio ecosistémico de regulación y mantenimiento). En estas presiones se reconocen los efectos sobre el suelo, el agua y la calidad del aire.
  • Los servicios de aprovisionamiento, en especial los vinculados al agua como recurso para diferentes usos y los relacionados con las materias primas.
  • Los procesos físicos y químicos de la naturaleza para el mantenimiento de procesos fundamentales relacionados con la dilución o reducción de la concentración de sustancias en agua dulce o marina y en la atmósfera.

Impactos positivos:

  • Destacar la aportación positiva de algunas tecnologías a servicios de regulación y mantenimiento como la protección frente al fuego. Por ejemplo, el agua embalsada en centrales hidroeléctricas y nucleares ejerce un efecto barrera ante la propagación de un incencio, dando soporte o aumentando la capacidad del servicio ecosistémico en la reducción de la incidencia, intensidad o velocidad de propagación de un incendio.
  • La creación de corredores de biodiversidad y reservorios asociados a la presencia de infraestructuras lineales en el territorio (calles de seguridad y apoyos) tiene efectos positivos en servicios ecosistémicos relacionados con las interacciones directas, in situ y al aire libre y con aquellas características de los sistemas vivos que permiten la investigación científica o la creación de conocimiento ecológico tradicional, la educación y la protección y mejora de los hábitat afectados.
  • El creciente uso de las tecnologías de generación de electricidad a partir de fuentes renovables contribuye a las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático.
  • La contribución a la regulación (laminación) de caudales en eventos extremos que ejercen las presas de las centrales hidroeléctricas puede proteger a las personas y reducir los costes de recuperación de daños producidos por dichos eventos.
  • Las grandes masas de agua que crean las centrales hidroeléctricas son importantes centros de atracción a diferentes escalas (local, regional, nacional) y con diferentes objetivos (turismo, recreación, deportes, educación, actividades espirituales, etc.). Esto deriva en importantes beneficios económicos para las poblaciones aledañas.
  • La apertura de caminos en zonas de difícil acceso y las acciones de monitorización de especies llevadas a cabo por las empresas permiten desarrollar proyectos de investigación también sobre el medio abiótico. Estos están asociados igualmente a las líneas de transporte y distribución de electricidad, transporte de gas y caminos de acceso a los aerogeneradores, entre otros.

Dependencias:

  • La capacidad de regulación y mantenimiento que ejercen los sistemas vivos es una de las mayores dependencias del capital natural del sector energético español. En especial, los servicios ecosistémicos relacionados con el ciclo hidrológico, como las condiciones químicas del agua dulce, los océanos y la atmósfera, seguidos de la regulación de la erosión, regulación de caudales y protección frente al fuego (por ejemplo). Todos ellos son fundamentales para garantizar la seguridad de las infraestructuras y el suministro de servicios, además de otros bienes materiales y humanos que podrían verse afectados como consecuencia de la degradación de estos servicios.
  • Para sus operaciones, las ocho corporaciones energéticas del grupo de trabajo dependen en mayor medida de los servicios ecosistémicos de aprovisionamiento que se sustentan en procesos físicos o geofísicos. Entre ellos, destacan los servicios de aprovisionamiento de materias primas y productos terminados, fabricados a partir de estas. Por ejemplo, los minerales estratégicos, combustibles convencionales y otros derivados del petróleo son indispensables para la fabricación de los equipos con los que se llevan a cabo los distintos procesos de generación, así como para fabricar otros necesarios para el transporte de los recursos explotados o generados.
  • También se encuentran entre las mayores dependencias detectadas en la evaluación el papel del agua superficial y subterránea como recurso estratégico ante escenarios de cambio climático y los procesos que contribuyen a la buena calidad de los recursos
    presentes en distintas zonas de actividad, que ayudan a soportar estas actividades y a mitigar algunos de sus efectos inherentes. Destaca la capacidad de los suelos para la regulación fisicoquímica y la capacidad de dilución del agua (continental y marina) y de la atmósfera.

La senda recorrida ha permitido la obtención de resultados cualitativos y genéricos que facilitan el camino al desarrollo de casos de estudio y valoraciones organizacionales de capital natural.

Los resultados obtenidos son una primera aproximación, cualitativa y consensuada, para el abordaje de los enfoques de capital natural.

Declaraciones Grupo de Trabajo Capital Natural y Energía:

Hemos aprendido a pensar y ver las interacciones de nuestras actividades con la naturaleza de manera diferente y abordar nuestros negocios desde el punto de vista de los servicios ecosistémicos, identificando los impactos y dependencias, a veces no tan evidentes, de nuestras actividades sobre ellos.

La puesta en práctica del enfoque de capital natural nos ha permitido conocer mejor no solo cómo afectan nuestras actividades a la naturaleza, sino cómo la naturaleza contribuye a proporcionar los bienes naturales y servicios ecosistémicos que nuestras compañías requieren para funcionar.

  • Aplicando un enfoque práctico a la hora de pensar en los recursos naturales y tras un proceso de aprendizaje, hemos consensuado una terminología, un marco y una metodología común, práctica y eficaz para una identificación y valoración de servicios ecosistémicos aplicable al sector de la energía.
  • La prosperidad económica y social de todos depende de un mundo natural saludable. La aplicación del enfoque de capital natural ha sido el centro del trabajo conjunto desarrollado para consensuar una metodología común de cuantificación de los impactos y dependencias de la naturaleza del sector. El instrumento elegido para su aplicación ha sido el Protocolo del Capital Natural.
  • El esfuerzo conjunto de análisis para consensar una metodología para conocer el grado de relevancia que el capital natural representa para las operaciones y negocios tan distintos de las ocho empresas del Grupo de Trabajo Capital Natural y
    Energía supone un hito en la industria energética.
  • Los resultados obtenidos en el marco del trabajo desarrollado en el Grupo de Trabajo Capital Natural y Energía pueden servir de guía, herramienta práctica e inspiración a otras experiencias colaborativas similares, a compañías de nuestro mismo sector y a organizaciones de otras industrias.

Fuente: https://naturalcapitalfactory.es/