La monitorización integrada de fauna silvestre ha sido ensayada por primera vez en España como herramienta para prevenir futuras pandemias.
La monitorización integrada de fauna silvestre propone combinar la vigilancia sanitaria con el seguimiento de las poblaciones animales. Se trata de observar cambios en el estado sanitario y las características de las comunidades animales, como la abundancia de cada especie o las interacciones entre distintas especies, con el fin de poder detectar de forma temprana enfermedades emergentes y eventos epidemiológicos significativos, así como medir el efecto de intervenciones correctoras eventuales.
Esta propuesta, que surge de la disciplina de la medicina de la conservación y del concepto One Health (“Una Sola Salud”), se ha ensayado por primera vez en España gracias a una colaboración entre científicos del Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), la Universidad de Murcia, el Centro de Investigación en Biodiversidad y Recursos Cinegéticos (Portugal) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Los investigadores colocaron redes de cámaras de fototrampeo en 11 zonas de estudio representativas de los hábitats de la Península Ibérica, usadas como puntos piloto de vigilancia sanitaria integrada. Estas redes de cámaras generaron información sobre la abundancia, composición e interacciones entre especies de cada comunidad animal. Al mismo tiempo, se obtuvieron muestras biológicas para análisis sanitarios de especies indicadoras representativas, principalmente de jabalí (Sus scrofa), ya que es la especie más común y mejor conectada con los demás componentes de la comunidad.
Los resultados del estudio muestran una relación negativa entre biodiversidad y riesgo de enfermedad: las comunidades más complejas, con mayor riqueza de especies y diversidad de interacciones, estaban expuestas a un menor número de patógenos, con prevalencias menores. No obstante, las situaciones de sobreabundancia de ungulados y algunas interacciones concretas aumentaban el riesgo de enfermedad, como era el caso de la tuberculosis y la interacción ciervo-jabalí, o la relación entre abundancia de gatos y toxoplasmosis en zonas próximas a núcleos habitados.
Esta nueva forma de monitorización sanitaria de fauna silvestre desarrollada supone un salto cualitativo desde los sistemas clásicos, centrados en especies y enfermedades concretas, a métodos modernos que abarcan múltiples especies y enfermedades para entender y actuar sobre la salud global del ecosistema.
Fuente: diarioveterinario.com
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