Con la finalidad de establecer un marco de entendimiento común que permita alcanzar a las organizaciones el objetivo de cero emisiones, la Organización Internacional de Normalización (ISO), cuyo miembro español es la Asociación Española de Normalización (UNE), ha publicado el nuevo estándar Net Zero Guidelines (Directrices para el cero neto).

El anuncio se ha realizado en el marco de la 27ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que se celebra en Egipto hasta el 18 de noviembre.

El nuevo estándar Net Zero Guidelines contribuirá a que las organizaciones cumplan con sus acciones de emisión cero.

Documento normativo para conseguir emisiones cero netas

El estándar se ha elaborado con una amplia participación internacional, más de 1.200 organizaciones y personas de más de 100 países, incluyendo la contribución de entidades españolas. Ha contado, además, con la coordinación de UNE para su traducción al español como UNE-ISO IWA 42, permitiendo así ampliar su difusión e impulsar una aplicación homogénea.

El documento normativo servirá de apoyo a todas las organizaciones, incluidas las que desarrollan políticas, marcos u otras iniciativas sobre el cero neto, como a aquellas que ponen en marcha acciones para cumplir con las mismas. Por ello, aporta la definición de este término y cómo incorporarlo en las políticas y estrategias de las organizaciones, junto con directrices y recomendaciones para conseguirlo. Asimismo, considera todas las emisiones de gases de efecto invernadero (directas e indirectas) en la cadena de valor de la organización.

Contribución de las normas internacionales en la acción climática

La acción climática se ha convertido en uno de los principales compromisos para los organismos internacionales y nacionales de normalización; así ISO y sus miembros están contribuyendo activamente a la implementación de normas que ayuden a dar respuesta a los retos climáticos.

En esta línea, la misma ISO ha puesto en marcha la Declaración de Londres, una iniciativa con la que se concentran esfuerzos para reforzar la contribución de las normas internacionales en la acción climática, promoviendo un análisis profundo para identificar y revisar normas de alto impacto y reforzando la interacción con agentes clave de ámbito global.