La Eurocámara ha pedido ampliar a más sectores, entre ellos el porcino y el ovino, la propuesta de limitar las importaciones al mercado comunitario que contribuyen a la deforestación y a la degradación forestal.

La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo ha pedido este martes ampliar a más sectores, entre ellos el porcino y el ovino, la propuesta de limitar las importaciones al mercado comunitario que contribuyen a la deforestación y a la degradación forestal.

Con 60 votos a favor, 2 en contra y 13 abstenciones, los eurodiputados han solicitado que a la lista propuesta por la Comisión Europea (madera, café, carne, soja, cacao y aceite de palma) se añadan siete productos más: porcino, ovino, aves de corral, maíz, caucho, carbón vegetal y productos de papel impreso, así como los productos derivados.

En un paso más, los europarlamentarios han instado a que la norma obligue a las compañías a verificar que tales bienes se han producido sin violar la normativa internacional de derechos humanos ni de derechos de los indígenas y que también las instituciones financieras estén sujetas a requisitos similares para asegurar que no contribuyen a la deforestación.

La propuesta del Ejecutivo comunitario, que se espera sea votada en el Parlamento en septiembre para comenzar las negociaciones con los Estados miembro, obligaría a las empresas a garantizar que los productos comercializados en la UE no se hayan producido en zonas deforestadas o contribuido a este proceso.

Además, la Comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara ha solicitado que la Comisión Europea evalúe, a más tardar dos años después de la entrada en vigor de la norma, si debe extenderse su aplicación a otros bienes como la caña de azúcar, el etanol y los productos mineros.

Los eurodiputados han reclamado que, además de proteger los bosques, la norma ampare a otros ecosistemas naturales como pastizales y humedales, tras un año de su entrada en vigor.

Los Veintisiete fijaron su posición sobre la reforma, a finales de junio, y pactaron establecer un sistema de evaluación por el cual se asigna a terceros países un nivel de riesgo relacionado con la deforestación, dividido en bajo, estándar o alto.

Una idea que ha defendido también la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara y que se establecería en función de una evaluación realizada por la Comisión Europea.

Fuente: Ágora Diario