Se dedicó los últimos ocho años el 13% de su presupuesto en esta materia cuando anunció que destinaría el 20%.

Luxembourg, Luxembourg City, European Quarter, European Court of Auditors

La Unión Europea destina menos dinero del que anuncia a políticas climáticas. Durante el período 2014-2020, la UE no dedicó el 20% de su presupuesto como había proclamado la Comisión Europea. En su lugar, destinó el 13% de sus fondos con 72.000 millones de euros menos que los 216.000 millones de euros previstos.

Así lo ha señalado un informe del Tribunal de Cuentas Europeo este lunes. El comunicado indica que el gasto atribuido al clima en el período que cubre el anterior presupuesto plurianual de la Unión Europea «no siempre era pertinente» y que «el importe declarado como gastado para ese fin había sido sobrestimado».

Además, los auditores detallan que «la información sobre el gasto relacionado con el clima presenta insuficiencias, por lo que, en general, resulta poco fiable». «Aplicando coeficientes más razonables, los auditores consideran más probable que la proporción de gasto relacionado con el clima con cargo al presupuesto de la UE se sitúe en torno al 13% (unos 144.000 millones de euros) en lugar del 20% notificado», indica el Tribunal.

Incongruencias presupuestarias en el área agrícola

De esta forma, los auditores han informado la detección de incongruencias presupuestarias, especialmente en el área agrícola —una de las que más financiación climática recibe—, junto con infraestructuras y cohesión, donde el gasto climático sobrestimado había ascendido a «casi 60.000 millones de euros».

El texto apunta que la Comisión Europea informó de que el 26% de la financiación agrícola de la UE entre los años 2014 y 2020 era «relevante para el clima», un porcentaje que representa aproximadamente la mitad del gasto total del presupuesto de la comunidad política en este ámbito.

«Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero de las explotaciones agrícolas en la UE no han disminuido desde 2010. Del mismo modo, los auditores consideran que la Comisión sobrestimó la contribución climática de los principales subsectores de la infraestructura y la financiación de la cohesión, como el transporte ferroviario, la electricidad y la biomasa», indican.

Por ello, el Tribunal de Cuentas Europeo sostiene que el método no evalúa la contribución final a los objetivos climáticos de la Unión Europea al no existir un sistema de seguimiento de los resultados. Además, indica que las desviaciones responden a que la Comisión asigna coeficientes a diversos componentes del programa en función de su contribución prevista a la acción por el clima, y continúa con que «estos no siempre son realistas».

Así, la institución europea explica que en ocasiones se contabilizan proyectos y programas que tienen «un impacto escaso o nulo en el clima» como por ejemplo, las infraestructuras en las zonas rurales.

Recomendaciones “para vincular mejor” el gasto europeo

Por otra parte, los auditores han manifestado su temor «por que puedan persistir problemas de fiabilidad en los informes de la Comisión» dirigidos al periodo 2021-2027. La institución europea apunta que el nuevo objetivo de gasto climático de la Unión Europea aumente al 30% a pesar de las «mejoras propuestas en la metodología» donde persisten la mayoría de los problemas detectados en el período 2014-2020.

Por ello, el Tribunal de Cuentas Europeo ha formulado una serie de recomendaciones «para vincular mejor el gasto» europeo respecto a sus objetivos en materia de clima y energía. Así lo ha indicado la directora de la auditoría, Joëlle Elvinger, la cual ha precisado también los fondos de recuperación postcovid al sostener que se debe dedicar a clima un 37% del total.

Los auditores han propuesto que la Comisión cuantifique la contribución climática de la agricultura en base a la «evidencia científica», armonizar los conceptos por medio de diferentes partidas presupuestas, evitar mezclar datos no comparables —como el dinero planeado, comprometido o gastado— o no atribuir a los fonso de la UE gastos en esa área exclusivamente de los Estados miembros.

La institución europea también demanda el empleo de los mismos coeficientes en distintos instrumentos de financiación comunitaria, redacción de directrices para aportar claridad y el control de gasto en clima para mitigar de manera efectiva el cambio climático.

Fuente: Público