La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicó ayer el informe preceptivo sobre uno de los decretos más polémicos de la reforma eléctrica, el que elimina el sistema de primas a las energías renovables y las sustituye por una retribución basada en estándares de inversión y costes de operación, de la que se derivan fuertes recortes para el sector. El informe fue aprobado por el consejo de la CNMC el pasado 17 de diciembre, pero se ha mantenido en secreto hasta ayer, una vez que el decreto haya sido remitido al Consejo de Estado para su dictamen.

Como se preveía, el organismo creado en octubre acepta con benevolencia y sin ninguna crítica un decreto que fue dictaminado de manera menos complaciente por la antigua Comisión Nacional de la Energía (CNE) el 4 de septiembre. Poco después, el Ministerio de Industria decidió elaborar una nueva versión de la norma, según fuentes del sector, “para lograr una análisis positivo del nuevo supervisor y mejorar su redacción ante la avalancha de recursos judiciales con los que amenazan las empresas afectadas”.

El dictamen de la CNMC señala el Ministerio de Industria pidió un nuevo dicatmen “considerando la tramitación parlamentaria del proyecto de Ley del Sector Eléctrico”, que entró en vigor el 1 de enero.

Energías renovables

Este ni siquiera alude a las dificultades de elaborar un análisis de los efectos económicos del decreto, como hizo en su día la CNE, al no contar aún con los estándares que determinarán la nueva retribución, que se incluirán en una orden ministerial. Pese a todo, la CNMC apoya abiertamente el recorte de las primas a las energías verdes y la cogeneración y lo hace aportando algunos datos:que las primas del régimen especial son el componente de los peajes que más ha crecido en los últimos años; que su coste representó el 43,8% de los costes de acceso en 2012 con un incremento medio anual del 101% desde 1998.

Aunque dice apoyar los incentivos a estas tecnologías, considera que estos deben basarse “en parámetros de eficacia y de eficiencia” y da carta blanca a un nuevo sistema de retribución que, según advirtió la CNE en su día, es un experimento que no existe en ningún otro país y genera serias incertidumbres para las empresas del sector por tratarse de parámetros difíciles de concretar.

La CNMC “valora favorablemente” que el ministerio haya considerado algunas de las observaciones hechas en su día por la CNE, todas ellas de carácter técnico. En la nueva retribución (desparece el límite de potencia de 50 MW para recibirla) se tiene en cuenta toda la vida regulatoria para obtener una rentabilidad ligada al bono a 10 años. Fuentes del sector eólico consideran que la aportación más importante del informe de la CNE, que pedía la utilización del WACC para la elaboración de la tasa de retribución de referencia, desaparece totalmente.

La CNMC realiza una labor meticulosa de redacción, de captación de erratas y de propuestas técnicas, que algunas de las afectadas reconoce, “pero soslaya las grandes cuestiones polémicas de la iniciativa para no incomodar al Gobierno”, señalan fuentes empresariales.

Así, le dedica varias páginas a propuestas para solucionar a los problemas que plantearán las reliquidaciones (las empresas cobran desde julio primas a cuenta de la nueva retribución), pide que los parámetros retributivos sean semestrales y no anuales, y que le dejen realizar la metodología (no solo propuestas) del valor para cada periodo regulatorio.

El decreto establece periodos retributivos de seis años, para revisar el valor de la tasa de actualización, y semiperiodos de tres años, para revisar la previsión de ingresos y los ajustes por desviacones. No se pueden revisar no los estándares de la inversión inicial ni la vida regulatoria.

Los estándares, de camino

La nueva retribución a las energías renovable lleva ya un retraso de varias semanas, pues Industria tenía previsto que entrase en vigor este año. Pero el ministerio ha preferido ir por orden y ha esperado a que se aprobara antes la nueva ley eléctrica para dar luz verde al decreto de renovables, que está en estos momentos en el Consejo de Estado, y el reglamento con los estándares.

Este reglamento, incluido en una orden ministerial, tiene mil páginas y esta misma semana llegará para su informe correspondiente a la CNMC.

Las empresas acusan al supervisor de «docilidad»

Anpier, la asociación de los pequeños fotovoltaicos, recordó ayer en una nota de prensa que el antiguo regulador ya había advertido “que los productores se enfrentarían a balances negativos de su actividad”. Esta asociaicón opina que el mecanismo “beneficiará a los especuladores”.

Para la Unión española Fotovoltaica (Unef), el informe de la CNMC sobre el decreto de renovables es “otro ejemplo de valoración posibilista sin fundamento”. Y señala que lo que para un inversor “será vivir en una perpetua inseguridad, para la CNMC es algo positivo”, en relación al periodo regulatorio de tres años, que este organismo ve como un “horizonte claro”.

Todo el sector ha criticado el mal uso de los datos sobre el incremento de las primas y su peso en los peajes que hace el informe, lo que supone de entrada mostrar una clara comprensión y adhesión a la iniciativa del Gobierno. Con esta, se pretende recortar 1.750 millones de euros este año, aunque la cifra real es un misterio.

De una manera más o menos abierta, las empresas de los distintos sectores de renovables, tanto solares como fotovoltaicas, mostraron ayer su rechazo a un informe “propio de un regulador dócil”. Y aunque tampoco el que en su día emitió la CNE aludía a una posible retroactividad de la medida, “sí hacía referencias implícitas a la radicalidad de un cambio regulatorio sin parangón en la regulación comparada”, señalan en el sector.

Informe de la CNMC

Fuente: http://cincodias.com