El Proyecto LIFE+ Desiertos Verdes demuestra la efectividad de un novedoso sistema, el Groasis Waterboxx, para atrapar el agua de la lluvia o el rocío y reforestar zonas semiáridas sin riego, garantizando la supervivencia de las plantas en un 80 %.

Los resultados de este proyecto, liderado por investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia, se exponen esta semana en la Conferencia Final del Proyecto que tendrá lugar en la Universidad de Valladolid los días 17 y 18 de junio, coincidiendo con el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación.

Desiertos Verdes es «un ambicioso proyecto de reforestación de zonas semiáridas» que comenzó en septiembre de 2010 con la implicación de universidades, instituciones y empresas de España, Holanda y Bélgica, y que concluye ahora, según ha explicado a Efe el ingeniero Agrícola y coordinador del proyecto, Zacarías Clérigo.

«Lo que buscábamos era poder plantar arboles donde normalmente no tienen viabilidad, debido a una climatología extrema y a dificultades hídricas», ha precisado.

Desde el inicio del proyecto se han reforestado 63 hectáreas de cinco provincias españolas, Valladolid, León, Zamora, Zaragoza y Barcelona, utilizando una tecnología muy innovadora llamada Groasis Waterboxx, o caja de agua, que permite funcionar sin irrigación en ambientes semiáridos.

Imagen del sistema Groassis Waterboxx http://losdesiertosverdes.com/

«Queríamos demostrar la viabilidad y efectividad de nuevas técnicas de plantación de árboles en áreas rocosas y desertificadas», ha señalado.

Por ello se eligieron zonas muy diferentes, con un clima y un suelo propios, y se usaron especies autóctonas, como encinas, pinos, cerezos, o nogales, dependiendo de cada área.

Hasta 25 especies arbóreas diferentes de las que se utilizaron 55.000 plantones, con 25.000 cajas de agua, de los que han sobrevivido el 80 %.

Un éxito que se debe a las características de estas cajas de agua que, según ha precisado el ingeniero, actúan como «esponjas» ya que capturan el agua de la lluvia, del rocío o de la condensación nocturna, y la van dosificando en la medida en que la planta la necesita, ayudando a la planta a instalarse en el suelo durante los primeros años de vida.

«Porque el problema no es que llueva poco, sino que a veces llueve a destiempo y la planta se muere, pero con estos aparatos el 99% del agua se aprovecha», ha añadido.

Durante el desarrollo del proyecto Desiertos Verdes han comprobado que la caja retiene el agua para irla soltando cuando lo necesita la planta; recoge el agua del rocío, algo que no sería posible con otros sistemas; hace de «semiinvernadero», protegiendo a la planta de las temperaturas extremas, impide la competencia de malas hierbas y protege a la planta de plagas de roedores.

De esta forma el proyecto LIFE+ ha logrado demostrar la validez de este sistema y su utilidad para reforzar la capacidad de supervivencia de las plantas, y por tanto para proteger y fomentar el crecimiento de árboles autóctonos en áreas desertificadas o en peligro de desertificación.

Pero además los investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia han concluido que se pueden hacer algunas modificaciones muy sencillas que mejorarían la efectividad del sistema.

La elaboración de cajas de materiales biodegradables, totalmente desechables, para no tener que quitarlas cuando el árbol crece; la introducción de nutrientes en la composición de la caja para ayudar a la planta, o el uso de cajas de colores oscuros «porque los claros son más luminosos y producen algas que dan problemas», son algunas de ellas.

Además se ha descubierto que este sistema puede ser muy útil en cultivos hortícolas, en viñedos, o en jardinería.

Las plantaciones se han hecho en zonas de la estación de esquí de San Isidro (León), de Tierra de Campos y Tierra de Pinares (Valladolid), en Riofrío de Aliste (Zamora), San Mateo de Gállego-Los Monegros (Zaragoza) y Viladecans-San Boi (Barcelona).

Fuente: EFE