Creo que a nadie sorprenderá si digo que me gustan los Congresos. Siempre he pensado que son el escenario idóneo para compartir conocimiento, experiencia e inquietudes y, considero, suponen una muy interesante oportunidad para conocer quién está haciendo qué, cómo lo está haciendo, con qué recursos, estructuras o herramientas.

Este mes de abril, ha tenido lugar el CONEIA 2024 y la cita supuso un punto de encuentro excepcional en un entorno privilegiado (sin desmerecer las bondades de Valencia y aunque no quiero desviarme, este ejemplo de transformación y adaptación hace a Vitoria merecedora del título vitalicio de Capital Verde Europea). Todo ello en un contexto en términos de transición energética desconocido hasta la fecha y en un momento en el que los/as profesionales de la redacción de estudios de impacto ambiental son más valorados que nunca.

Este XII Congreso Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental ha sido efectivamente un éxito. No solo por la calidad técnica de las sesiones y ponentes sino por la constatada madurez de un sector pujante que se abre hueco en la toma de decisiones y que pone de manifiesto una cada vez más patente profesionalización y especialización.

Resultó gratificante comprobar el crecimiento de las empresas y equipos que están haciendo mucho en este ámbito y que lo están haciendo además muy bien. La crisis de 2008 hizo mucho daño en el sector y fueron numerosas las pérdidas si hablamos de profesionales altamente cualificados que se vieron afectados por una etapa -seguro demasiado larga- donde se ejecutaron pocos proyectos y se planificaron muchos menos. Tenemos la obligación de recordar y valorar la aportación de aquellas personas y equipos y de aprovechar también su legado en términos de aprendizaje. Confío este análisis sirva de alguna forma como reconocimiento porque les echamos y echaremos de menos.

Dicho esto, me resulta complicado hacer un análisis del encuentro más allá de reconocer su capacidad para alinear objetivos y voluntades haciendo comunidad y creando red. Me sorprendió comprobar lo perdido que, salvo honrosas excepciones, está el órgano sustantivo y lo necesario que resulta todavía hoy la cualificación y formación de los profesionales que, directa o indirectamente, se acercan al procedimiento de evaluación ambiental. Reconociendo la excepcional capacidad y valía de quienes ya están, me cuesta creer que no seremos capaces de aportar talento e incorporar nuevos profesionales en este ámbito de desarrollo profesional tan gratificante y motivador. No me gustaría resultar petulante en esto, pero confirmo que en el Instituto Superior del Medio Ambiente gestionamos más de dos mil alumnos/as al año. Cierto es que no todos tienen que ver con la evaluación ambiental pero cierto es también que los cursos relacionados con la consideración de este procedimiento, la aplicación de sistemas de información geográfica y el desempeño de labores de seguimiento ambiental son a día de hoy algunos de los más demandados y seguro de los que mejores resultados están aportando en términos de empleabilidad.

Acabo con una llamada a lo que ocurre fuera del Congreso y una invitación a la conexión 2.0 en futuros encuentros. Si algo he echado en falta es la puesta en valor y el reconocimiento de tantos y tantos profesionales, hombres y mujeres del ámbito de la evaluación ambiental que hacen una generosísima labor de divulgación en Linkedin y que nos ayuda al resto a no perder perspectiva y mantenernos al tanto. No me gustaría dejarme a nadie pero me siento en la obligación de hacer una llamada al reconocimiento de Mario Castellanos de Saitec, Rosa Gómez de Capital Energy, Ana Delgado del MITERD, Luis Ángel Díaz de Capital Energy, Elena García López de la Franca de RIC; Jon Domínguez de Lacertida, Clara Rodrigo de Enagás Renovable, Francisco Bellido de la Conselleria de Medio Ambient de la Generalitat Valenciana, el consultor Manuel Samaniego y otros/as muchos/as que seguro tenéis identificados/as como profesionales relevantes y dinámicos en la difusión de conocimiento y cuya lista me encantaría me ayudarais a completar.

Mi propuesta en este sentido es: ¿qué tal un encuentro y un foro de debate de profesionales influyentes en el ámbito de la evaluación de impacto ambiental en #CONEIA 2026? Ahí lo dejo.