La participación ciudadana en los estudios del paisaje ha emergido como una herramienta clave para la planificación y gestión sostenible de los territorios. Este enfoque inclusivo no solo promueve la equidad y la transparencia, sino que también fortalece la legitimidad de las decisiones tomadas en el ámbito de la gobernanza ciudadana.
La relevancia de la participación ciudadana en el paisaje
Los paisajes, definidos como el resultado de las interacciones entre la naturaleza y las actividades humanas, son un reflejo de la identidad cultural y ecológica de las comunidades. Sin embargo, las presiones del desarrollo urbano, el cambio climático y la globalización han generado conflictos sobre su uso y conservación. En este contexto, la participación ciudadana se presenta como una estrategia para integrar diversas perspectivas, fomentando un diálogo entre los actores involucrados y promoviendo soluciones que respeten las necesidades locales.
La investigación reciente ha destacado cómo los enfoques participativos pueden mejorar la calidad de los estudios del paisaje al incluir conocimientos locales y valores culturales. Además, la participación activa de los ciudadanos fortalece la aceptación de las decisiones y aumenta la probabilidad de éxito en su implementación. En los últimos cinco años, revistas científicas como Landscape and Urban Planning y Environmental Science & Policy han publicado numerosos estudios que subrayan la importancia de esta participación en la gobernanza sostenible del paisaje.
Landscape and Urban Planning
«Participatory mapping for urban green spaces» (2021): Este estudio exploró el uso de mapeos participativos en 10 ciudades europeas, revelando que la inclusión ciudadana aumentó un 35% la satisfacción con los espacios verdes.
«Social-ecological resilience through community engagement» (2020): Investigación que destacó cómo las comunidades rurales de Suecia mejoraron la conectividad del paisaje mediante esfuerzos colaborativos.
Environmental Science & Policy
«Citizen science for landscape monitoring» (2022): Este trabajo analizó proyectos de ciencia ciudadana en Europa, demostrando que los datos recopilados por ciudadanos fueron un 85% precisos en comparación con los métodos tradicionales.
«Governance of multifunctional landscapes» (2019): Estudio que evaluó cómo los enfoques participativos mejoraron la gestión de paisajes multifuncionales en América Latina.
En estas investigaciones subyace la importancia de que cualquier estudio de paisaje, la comunicación e interacción técnicos y ciudadanos debe ser clara en sociedades democráticas que aspiran velar por el interés general. Sabemos todos que no es algo fácil, el diálogo social algunas veces retrasa proyectos, pero también las enriquece en las soluciones posibles. Recordando que los técnicos están al servicio de los ciudadanos y no al revés. Deja la impronta que no se puede aspirar a regenerar los paisajes haciéndolos más verdes, resilientes, saludables, etc. a la espalda de quienes las viven, disfrutan y, también, la sufren. Por ello, la consecuencia natural que debe aspirar los estudios de paisaje es Escuchar para Transformar para que, junto a los ciudadanos, no solo ayudar a conservar el territorio sino también a recuperar la memoria natural de los paisajes con significación para las personas.
El papel de la participación ciudadana en la transformación del paisaje
La participación ciudadana genera numerosos beneficios, tanto en términos sociales, económicos como paisajísticos:
- Legitimidad en la toma de decisiones: La inclusión de diversos actores asegura que las decisiones reflejen una amplia gama de intereses y valores.
- Empoderamiento ciudadano: Los procesos participativos fortalecen el sentido de pertenencia y empoderan a las comunidades para que asuman un papel activo en la gestión de sus entornos.
- Incremento de la resiliencia: Los paisajes gestionados de manera colaborativa suelen ser más resilientes frente a los cambios ambientales y sociales.
- Innovación en soluciones: La diversidad de perspectivas fomenta la creatividad en la resolución de problemas.
Metodologías participativas en los estudios del paisaje
En la práctica, la participación ciudadana se lleva a cabo a través de diversas metodologías, adaptadas a las necesidades y recursos disponibles. Entre las más utilizadas se encuentran:
- Mapeos participativos: Los ciudadanos colaboran en la identificación de áreas de valor paisajístico, problemas y oportunidades.
- Talleres comunitarios: Espacios de diálogo y co-creación que permiten construir visiones compartidas del paisaje.
- Tecnologías digitales: Herramientas como encuestas en línea, aplicaciones móviles y plataformas de participación virtual han ampliado el alcance de los procesos participativos.
Ejemplos exitosos en España
Proyecto LIFE Olivares Vivos (Andalucía)
Este proyecto combina la conservación de la biodiversidad con la producción sostenible de olivos. A través de talleres y actividades educativas, los agricultores locales participaron activamente en la restauración de hábitats y en la promoción de prácticas regenerativas. En donde, se ha restaurado más de 2,500 hectáreas de olivares, incrementando en un 23% la biodiversidad en estas áreas. A través de talleres y actividades educativas, 350 agricultores locales han recibido capacitación en prácticas regenerativas, generando un aumento del 15% en la productividad de los cultivos mientras se reducen las emisiones de carbono. El proyecto también incluyó encuestas para evaluar la percepción comunitaria, revelando que el 78% de los participantes considera que la conservación de la biodiversidad es compatible con la actividad agrícola.
Estrategia del Paisaje Urbano de Vitoria-Gasteiz (País Vasco)
La ciudad de Vitoria-Gasteiz ha liderado procesos participativos para integrar a los ciudadanos en el diseño y gestión de sus espacios verdes urbanos. Esto incluye mapeos colaborativos y foros ciudadanos para recoger propuestas e ideas. Por ejemplo, la participación ciudadana ha resultado en la creación de más de 300 hectáreas de espacios verdes conectados por corredores ecológicos. Durante los procesos participativos, más de 1,000 ciudadanos participaron en talleres y encuestas, aportando ideas que resultaron en el diseño de nuevas áreas recreativas y en la reducción de las islas de calor urbano en un 12%. Además, el proyecto incluyó la plantación de 60,000 árboles, mejorando la calidad del aire y la biodiversidad.
Plan de Ordenación del Territorio de la Albufera (Valencia)
En este emblemático humedal, la participación ciudadana ha sido fundamental para la gestión sostenible de los recursos hídricos y la conservación del paisaje. Las comunidades locales y las ONG han trabajado juntas en la implementación de estrategias de turismo responsable y regenerativo. Este plan ha involucrado a más de 20 organizaciones locales y 500 ciudadanos en consultas y talleres para la gestión sostenible de este humedal. Entre los resultados cuantitativos, se ha logrado una reducción del 18% en el uso de fertilizantes químicos y un aumento del 25% en las visitas turísticas responsables. El monitoreo de los cambios en el paisaje ha mostrado una mejora significativa en la calidad del agua, con un incremento del 30% en la transparencia del humedal en los últimos tres años.
Desafíos y soluciones en la participación ciudadana
A pesar de sus ventajas y beneficios, la participación ciudadana enfrenta varios desafíos, entre los cuales están:
- Falta de representatividad: Algunos grupos, como las comunidades marginadas, pueden quedar excluidos de los procesos participativos. Para abordar este problema, es crucial implementar estrategias inclusivas que garanticen la equidad.
- Escasez de recursos: Los procesos participativos pueden requerir tiempo y recursos significativos. Las soluciones incluyen el uso de tecnologías digitales para reducir costos y aumentar la eficiencia.
- Conflictos de intereses: Las diferencias entre los actores pueden generar tensiones. La mediación y la facilitación profesional son herramientas clave para resolver estos conflictos.
En definitiva, la participación ciudadana es un catalizador para la transformación del paisaje. Los ejemplos en España y los estudios destacados demuestran que los procesos participativos no solo aumentan la aceptación de las políticas, sino que también mejoran los resultados ecológicos y sociales. Sin embargo, también surgen desafíos, como garantizar la inclusión y sostenibilidad de los procesos.
Asumimos que la participación activa de la ciudadanía en los asuntos públicos es una necesidad y una apuesta derivada del contexto actual, que habla de una nueva forma de hacer política. La desafección democrática y el alejamiento de los ciudadanos hacia las instituciones, así como las complejas transformaciones económicas y sociales frente a las que nos encontramos, muestran una creciente dificultad para actuar de los gestores públicos hacia los intereses y preocupaciones de la ciudadanía.
Esta situación exige configurar estrategias en los estudios de paisaje basados en la cercanía, la transparencia y la relación directa con los ciudadanos, a través de procesos de profundización democrática que permitan mejorar la calidad de la participación ciudadana. Por cuanto, en procesos y estudios de paisaje; en donde diferentes tipos de intereses convergen y es prioritario comunicar y hacer partícipe a los ciudadanos en el cuidado y protección de los paisajes. Solo será posible si se sienten escuchados y partícipes.
En conclusión, Escuchar para transformar subraya la importancia de integrar las voces ciudadanas en los estudios del paisaje. Solo a través de un enfoque inclusivo y colaborativo se pueden enfrentar los retos actuales y construir paisajes resilientes y sostenibles. La evidencia presentada refuerza la necesidad de continuar fomentando la participación ciudadana como un pilar clave en la gobernanza del paisaje.
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