El pasado mes de Septiembre se celebró la X Semana Europea de la Movilidad bajo el lema: “Desplázate de forma eficiente: Mejora tu movilidad” y con el desafío de lograr una disminución en el volumen de desplazamientos en vehículos privados. Sin embargo, el 2011 no ha sido una excepción y como todo los años, el Día sin Coche se repitieron las mismas intenciones y las mismas desilusiones.

Aunque no he sido nunca muy deportista, no puedo negar que cuando la gente que conozco presume de ir #alcurroenbici me da envidia, sana por supuesto. Hace poco más de un año @molcru comenzó a usar la bicicleta para venir al ISM y aunque llegaba sofocado, la alegría y vitalidad con que entraba a la oficina nos contagiaba a todos y animaba a cualquiera que estuviera cerca. Daban ganas de hacer lo mismo para sentir lo positivo y bueno de cuidar un poquito todos los días el medio ambiente y a uno mismo, sólo por el mero hecho de utilizar un medio de transporte “más limpio”. Ahora se ha pasado a #alcurroandando y parece que es una actividad igual de estimulante y satisfactoria en ambos sentidos.

En mi caso, yo no vivo en Madrid, pero casi todos los días me tengo que desplazar más de 40 Km por la A6 hasta mi trabajo (y digo casi porque un día a la semana teletrabajo, otra forma de reducir las necesidades de movilidad y desplazamientos). Si bien no puedo caminar o coger la bici para hacer este trayecto, sí que utilizo el transporte público en mis desplazamientos diarios y aunque hace algunos años de su publicación, coincido con lo que se recoge en este documento del año 2007 sobre el Transporte Público como  un pilar muy importante para la Movilidad Sostenible.

Usuarios del transporte público.

El autobús de línea regular que cojo todas las mañanas es el mejor medio de transporte que puedo emplear. Es cómodo y me permite aprovechar el tiempo de cada trayecto realizando otras actividades que en el caso de ir conduciendo no podría hacer: leer, revisar documentación de alguno de los cursos que coordino, redactar algún que otro blog (como éste que ahora mismo lees), etc. y además contribuyo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero al no utilizar vehículo propio.

Cierto es que en ocasiones no hay más remedio que usar el coche. En tal caso, lo mejor es intentar utilizarlo de la forma más eficiente posible, con marchas largas y con una presión en los neumáticos adecuada. Sin embargo, esta no es la única opción para colaborar en alcanzar una movilidad más eficiente y sostenible. Compartir coche es otra opción que en la actualidad se debe valorar, ya que existen distintos portales en internet que facilitan el encuentro entre los viajeros. Por ejemplo: amovens que incluso ha lanzado su propia aplicación para iPhone para compartir coche o carpling que permite encontrar compañeros a lo largo de toda la ruta. De manera que es otra posibilidad a tener en cuenta.

En definitiva, podemos desplazarnos de forma  más eficiente en nuestro ámbito de influencia y en nuestra vida diaria: en el trabajo, con la familia, en nuestro tiempo de ocio, etc. sin necesidad de hacer grandes sacrificios. Lo único que nos falta en poner empeño y hacerlo. Por ello, intentemos mejorar nuestra movilidad.