La ley que convertirá a la Sierra de Guadarrama en un Parque Nacional de casi 34.000 hectáreas repartidas entre la Comunidad de Madrid y Castilla y León ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados, con los votos a favor de PP y CIU, y la abstención de PSOE, UPyD y PNV.

De las 67 enmiendas presentadas en la Comisión de Medio Ambiente a la norma, que ahora será remitida al Senado, el PP solo ha aceptado seis, cinco para cambiar el nombre inicial de «Cumbres de la Sierra de Guadarrama» por el de «Sierra de Guadarrama» y una quinta para eliminar una errata.

Durante el debate, el diputado Toni Cantó (UPyD) ha considerado que existe un «alto componente cosmético», pero ha añadido que su grupo no puede oponerse a la creación de un nuevo parque, a pesar de las dudas por la gran cantidad, ha dicho, de recursos legales presentados que tienen que ver con este parque.

También Martí Barberá (CIU) ha referido que nadie pude oponerse frontalmente a ampliar la Red Nacional de Parques, pero ha solicitado más recursos para conservar los existentes y ha reprochado la inclusión de una disposición que a su juicio invade competencias.

La exclusión de zonas de alto valor ecológico, como los montes de Valsaín (Segovia), y la tramitación de la norma, por no haber escuchado a los grupos, han sido criticadas tanto por Izquierda Plural como por el Grupo Socialista.

Críticas por declarar parque sólo lo público

Propuesta de zonificación del parque. Madrid.org

Una de las enmiendas propuestas era la ampliación a 14.000 hectáreas más para acabar con unos defectos de planteamiento que, en opinión de Izquierda Unida, incumplen la Ley 5/2007 de Parques Nacionales. Para IU, el diseño del Parque se ha realizado siguiendo criterios económicos y privados, «excluyendo el suelo privado e incluyendo exclusivamente todo el suelo público» siendo esa la razón del espacio protegido «irregular» y las zonas de «estrangulamientos».

Un ejemplo de este criterio es que se incluyen los Pinares de Navarredonda, sin especial relevancia natural, y se excluyen las 2.000 hectáreas del Monte Cabeza de Hierro en el Pinar de los Belgas, que alberga la mayor colonia de buitre negro de la Comunidad de Madrid y la segunda de España de una especie en peligro de extinción. La finca en la que se alza este monte es de propiedad privada. «Se han priorizado los intereses de aquellos que se mantienen ajenos a su verdadera conservación, respaldados por la Comunidad de Madrid y la Junta de Castilla y León», arguyó la diputada de IU en la sesión de aprobación de la Ley ayer.

Ecologistas en Acción denuncia de igual manera la exclusión de otras fincas de valor ambiental como las 10.000 hectáreas de los montes Valsaín en Segovia, donde mora el águila imperial y el buitre negro o el monte de La Cinta-Cabeza de Hierro en Madrid, dotado de bosquetes y tejos, siendo ambos terrenos de propiedad pública. Estas montañas son colindantes a las estaciones de esquí de Navacerrada y Valdesquí, «por ello en la zona de confluencia de montes y estaciones de esquí se crea un enorme estrechamiento que pone en riesgo la viabilidad del espacio protegido, dividiendo el parque nacional en una parte norte y otra sur», explican. Tampoco se ha valorado el impacto medioambiental de las infraestructuras existentes en Navacerrada, indican los activistas.

La organización ecologista considera también «absurdo» y «ridículo» diseñar un espacio protegido donde la zona periférica de protección tendrá más valores naturales que el propio Parque Nacional, como los Montes Matas o el Pinar de Valsaín. Dos territorios éstos propiedad del Organismo Autónomo Parques Naturales y que se incorporan «parcialmente», según indica la Ley, debido al mantenimiento de la central hidroeléctrica del Salto del Olvido, la ganadería extensiva y la actividad y comercialización forestal, denominadas ambas como «tradicionales». Solo en el caso de que la tala forestal de los Montes de Valsaín sea abandonada, en su totalidad o en parte, se propondrá en un futuro su incorporación al Parque Nacional, según la Ley.

Cuando finalice todo el trámite parlamentario, esta joya natural y paisajística pasará a ser el decimoquinto espacio natural de la Red de Parques Nacionales y disfrutará de las máximas garantías de protección.

Hace más de un siglo que comenzaron los esfuerzos para reconocer el valor paisajístico y ambiental de la Sierra de Guadarrama, donde abedules, acebos, avellanos, narcisos, robles, rosales silvestres, sauces y, sobre todo, pinos cubren este ecosistema.

El 40% de las especies de anfibios y reptiles de España, el 39% de las aves y casi el 50% de los mamíferos viven en él.

Entre esa fauna destaca la presencia de especies emblemáticas como el águila imperial o la cigüeña negra -ambas en peligro de extinción- , pero también de la nutria, del corzo, la cabra montés, el tritón jaspeado o las musarañas.

Fuentes: RTVE, El Diario.