Este verano tuve la oportunidad de disfrutar de unas vacaciones diferentes. Unos amigos me convencieron para cargar todo lo necesario en unas alforjas y disfrutar recorriendo parte de la costa de Portugal a golpe de pedal durante una semana.

En España, aunque poco a poco va aumentando nuestra cultura ciclista no la tenemos aún tan desarrollada como en algunos de nuestros vecinos del norte de Europa. En muchos de esos países no es extraño que toda la familia disfrute sus vacaciones con la bicicleta como principal vehículo de transporte.

Los beneficios de unas vacaciones en bicicleta son numerosos: mejoras tu forma física, cuidas el medio ambiente, ahorras en combustible, disfrutas más del paisaje, disminuyes la huella de carbono de tu viaje, entras en contacto más directo con la naturaleza, etc.

Una de las cuestiones más importantes si vamos a realizar un viaje en bicicleta es planificar bien el recorrido, incluyendo la búsqueda de posibles alternativas por si algo no va como habíamos planificado. En este sentido es importante conocer las diferentes opciones de ruta en bicicleta o transporte público que permita cargar con la misma.

Por suerte, en la actualidad hay muchas aplicaciones para el móvil que nos permiten considerar todas nuestras posibilidades de ruta y que son de gran utilidad en este tipo de viajes.

En nuestro caso la que más utilizamos fue Google Maps, con la que podíamos consultar tanto opciones de transporte público, como caminos poco transitados por los que ir más tranquilos con la bicicleta. También utilizamos Wikiloc, otra App indispensable que permite compartir y conocer nuevas rutas con los miles de usuarios que la utilizan.

Para realizar nuestro viaje cogimos un autobús desde Madrid hasta Lisboa. Viajamos con la empresa ALSA, la cual acepta cargar hasta con cuatro bicicletas por trayecto, eso sí, avisando con antelación y pagando un suplemento en el billete.

Una vez en Lisboa el plan era simple, teníamos que llegar hasta Oporto y disponíamos de seis días para ello, ya que al séptimo día teníamos reservados billetes de autobús de vuelta a Madrid. Planificamos el recorrido de tal forma que circulásemos la mayor parte de kilómetros posibles cerca de la costa, para disfrutar del increíble espectáculo que ofrece el Océano Atlántico bañando las tierras lusas.

El viaje fue maravilloso y pudimos conocer lugares espectaculares, circulando la mayor parte del tiempo por caminos, carriles bici o carreteras poco transitadas, muchos de los cuales circulaban paralelos a la playa. Lo que tengo claro después de estas vacaciones es que repetiré. ¡Una vez que pruebas unas vacaciones en bici es difícil no pensar en repetirlas!.

En la parte negativa del viaje, destacar la inexistencia de arcén en muchas de las carreteras de doble sentido portuguesas y el nulo respeto de los conductores a los ciclistas, no respetando casi nadie el metro y medio al adelantar al ciclista. En este sentido fue como retroceder unos años en el tiempo cuando en España pasaba lo mismo. Por suerte, en los últimos años se va notando como poco a poco vamos mejorando la convivencia entre bicis y coches, aunque aún nos queda mucho camino por recorrer.

Conscientes de la importancia de apostar por un nuevo modelo de movilidad, el Instituto Superior del Medio Ambiente y la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) han creado un nuevo programa formativo, Técnico en Movilidad Sostenible para formar a los profesionales en esta materia tan necesaria en administraciones locales y empresas.