El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto que modifica otro anterior sobre las restricciones al uso de sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos para facilitar las operaciones del mercado secundario de piezas de recambio.

El nuevo Real Decreto afecta al mercado que implica la sustitución de piezas de recambio, la actualización de funciones o la mejora de la capacidad para permitir la reutilización de los aparatos eléctricos y electrónicos y transitar así hacia una economía circular.

El texto incorpora también un conjunto de nueve directivas que establecen exenciones al uso de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos para las que no aún no se han encontrado alternativas. En concreto, el nuevo Real Decreto transpone al ordenamiento jurídico español la Directiva 2017/2102/UE que modifica a la de 2011.

para facilitar la economía circular en aparatos eléctricos y electrónicos

Fuente: Europa Press

Con la nueva normativa se promoverá que determinados aparatos se mantengan en el ciclo productivo y de consumo más tiempo, limitar los residuos que devienen de los aparatos eléctricos y electrónicos, a la vez que asegura el correcto mantenimiento de los niveles de protección ambiental, de salud y de protección de los consumidores en el espacio europeo.

El Real Decreto incluye otras modificaciones menores, como son la exclusión de los órganos de tubos que contengan plomo, la exclusión de maquinaria móvil no de carretera con fuente de alimentación externa, así como algunas precisiones respecto al procedimiento de solicitud de prórroga de exenciones.

También aborda las exenciones al uso de determinadas sustancias en aplicaciones específicas, transponiendo así un conjunto de ocho directivas delegadas, como serían: el cadmio en LED de conversión de color, plomo en ciertos componentes eléctricos y electrónicos, plomo en pasta de soldadura para condensadores cerámicos y en pastas de soldadura de alta temperatura de fusión y plomo para elementos de cerametal en potenciómetros de ajuste.

Fuente: La Vanguardia