El proyecto de la Refinería Balboa en Badajoz y su oleducto, que cruzaría la provincia de Huelva de Norte a Sur, cruzando o acercándose a varios espacios naturales, está a punto de entrar en un punto de no retorno. El Ministerio de Medio Ambiente se ha pronunciado al fin (con varios años de retraso) sobre la propuesta del Grupo Gallardo. Y lo ha hecho desfavorablemente; el departamento de Miguel Arias Cañete considera que la Refinería Balboa es «medioambientalmente inviable» y avisó ayer de que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto, salvo que la Junta de Extremadura diga lo contrario, será negativa.

El Ministerio rechaza la idea de una refinería de interior en Badajoz, con capacidad para fabricar 5,4 millones de toneladas de productos petrolíferos al año, un 45% de ellos gasóleos. Junto a ella, un oleoducto de casi 200 kilómetros que discurre por Badajoz, Sevilla y Huelva, un proyecto con una inversión total prevista de 2.000 millones de euros. Para los técnicos de Medio Ambiente esta propuesta es medioambientalmente inviable, entre otros argumentos, por el impacto sobre el entorno del Espacio Natural Doñana, «el más emblemátivo de la red española de espacios protegidos». El departamento emitirá por tanto su preceptiva Declaración de Impacto con carácter desfavorable en 15 días, a no ser que la Junta de Extremadura presente alegaciones en sentido contrario. La autorización final del proyecto corresponde al Ministerio de Industria, pero con una DIA negativa es bastante improbable que salga adelante.

La refinería lo tiene, por tanto, muy difícil. Medio Ambiente ha manejado para su resolución un elevado número de argumentos, entre los que ayer destacaba esa afección a Doñana, también al medio marino, «en una zona de elevada biodiversidad como es la reserva de pesca marítima Frente de Doñana». Así, el departamento dirigido por Arias Cañete advierte de los riesgos ambientales relacionados con los vertidos líquidos y la generación de residuos peligrosos en las instalaciones proyectadas.

La propuesta del oleoducto ha sido declarada "medioambientalmente inviable" por las afecciones a Doñana. foto: Alertadigital.com

Los sucesivos informes presentados por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía sobre los riesgos del proyecto parecen haber sido por tanto definitivos en la resolución ministerial. En diferentes momentos del proceso la Administración andaluza ha evacuado informes no positivos sobre la instalación, alertando de la afección a espacios protegidos o lugares de interés comunitario, además de llegar a avisar que la obra derivaría en «impactos ambientales críticos». También se ha advertido sobre carencias en la documentación presentada por la empresa y sobre las dificultades que podría tener la tramitación de las instalaciones situadas en suelo andaluz respecto a los planes de ordenación del territorio existentes, por no hablar del obligatorio beneplácito de la Red Natura 2000, que podría desembocar en la necesidad de contar con la aprobación de la Unión Europea y las correspondientes medidas compensatorias establecidas desde Bruselas. Hasta la Unesco se pronunció en contra del proyecto asegurando que consideraba un problema para Doñana (entre otras cuestiones) el proyecto del oleoducto, que podría afectar «a los valores y la integridad del sitio Patrimonio de la Humanidad y Humedal de Importancia Internacional Ramsar».

Frente a estos argumentos, la promotora del proyecto afirmaba que la Junta estaba siendo excesivamente estricta con la solicitud de informes, que no se habían pedido a proyectos anteriores, y consideraba «inexplicable» el posicionamiento de la Unesco, que atribuía a la falta de información actualizada en la documentación entregada al órgano internacional.

Sin embargo, esos argumentos no le han valido para una DIA positiva. El Ministerio ha contado para su resolución con todo tipo de informes, muchos de ellos negativos. Hasta Portugal se ha posicionado en contra por los posibles efectos transfronterizos del proyecto. En la resolución de Medio Ambiente han pesado desde la distancia del proyecto a la Costa, que obliga a construir un oleoducto incumpliendo los objetivos europeos de eficiencia energética, hasta la afección al paisaje y el patrimonio cultural, ya que la refinería se sitúa en una parcela atravesada por la Vía de la Plata que forma parte del Camino de Santiago.

Los frenos ambientales se suman así a la difícil situación económica, que suscitaba dudas sobre la ejecución del proyecto y a la oposición social expresada por grupos ecologistas y partidos, incluido IU, clave para la gobernabilidad de Extremadura. La empresa no quiso pronunciarse ayer sobre la resolución de Medio Ambiente al carecer de documentación oficial sobre la misma.

Archivo de noticias sobre el proceso de la Refinería Balboa de WWF

http://www.huelvainformacion.es