Cuando uno está interesado en hacer formación de algún tipo, la verdad es que la mayoría de las veces la oferta es tan variada y tan amplia que no sabe uno por dónde empezar y cómo elegir.

Aquí te damos algunas pautas que esperamos te ayuden a decidirte, la próxima vez que quieras hacer un curso, ayudándote a valorar los diversos elementos que forman parte de una formación.

Una vez que pones en google el tema del que quieres buscar si hay cursos, lo primero que haces es mirar si la formación es online o presencial.

Y una vez que ya has comprobado que se imparte en la manera que tú necesitas (o te gusta, o que te cuadra  con el tiempo que tienes disponible…) miras el contenido, el tiempo de duración y el precio. No siempre en este orden y muchas veces justamente en el orden contrario.

¿En qué te tienes que fijar para saber si el curso te aporta el valor que justifica el precio?

Claro, si no conoces el tema, que por eso te quieres apuntar al curso, es complicado saber si con el contenido que te ofrecen vas a aprender mucho o poco. Porque es verdad que te puedes encontrar un temario compuesto por 5 temas y en el fondo, 3 son de paja, generalidades, introducción… y al final queda poco para el contenido de verdad.

Puedes fijarte también:

–          Si es en online en el tipo de plataforma moodle;

–          Si te puedes bajar la documentación. Porque a veces el temario son power point, con mucho o poco texto, que pueden estar en formato vídeo o no, pero que no permiten la descarga.

Si de verdad quieres aprender ¿no crees que es importante poder descargarse los temas para que puedas guardarlos y poder consultarlos en el futuro? En el momento de hacer el curso lo tienes todo muy claro, pero si no puedes aplicar los conocimientos en el momento, pasados unos meses…, ¿quién se acuerda ya?

Aquí influye el tema personal. Depende de si solo quieres el título; tampoco es que quieras aprender demasiado, sino ponerlo en el CV y además, lo más importante, poner nada más que empiece el curso la palabra de “experto” de ese tema en el titular de linkedin.

Y lo mismo pasa con la forma de evaluar los conocimientos. A veces solo hay test de autoevaluación, que además no tienen un tiempo o una fecha límite de respuesta o un número limitado de veces para resolver. Estos son los mejores para hacer con los apuntes delante, buscando tranquilamente las respuestas en el texto, para sacar un 10 y sentirte orgulloso.

Ahora, si quieres autoevaluar tus conocimientos, lo que hay que hacer son tests “con presión”, con un número de veces máximo para intentar resolverlo, con un plazo. Y todo esto acompañado con la resolución de ejercicios y casos prácticos, que con la práctica es como se asientan de verdad los conocimientos.

Otra cosa importante a tener en cuenta es si en el curso se hacen correcciones personalizadas, en las que te indican dónde te has equivocado y la forma correcta de hacer las cosas. También es interesante que te manden los casos prácticos resueltos y bien explicados. Pero no tiene ninguna gracia que te manden la solución para que te corrijas a ti mismo.

Y para terminar otro punto muy importante, el CV del profesor

Ahí también puedes encontrar información que te ayudará a valorar el nivel del curso.

¿Es un profesional que lo mismo da un curso de 14001, que de coaching, que de marketing online?

¿Es solamente un formador que ha encontrado un tema de moda y ha decidido recopilar información por internet y crear un temario?

¿O son profesionales que trabajan diariamente en los temas en los que están formando? Y por lo tanto, con mayor probabilidad estarán actualizados en las novedades, sabrán qué problemas frecuentes pueden encontrarse los alumnos y podrán orientar con mayor exactitud sobre casos reales?

Así que para terminar, con todas estas pautas que te hemos facilitado podrás darte cuenta de si estás pagando un precio justo por el valor de lo que vas a recibir a cambio.

¿Por qué no usar una plantilla para apuntar y valorar la información que te ofrece el curso?

En cualquier caso, la decisión que finalmente tomes es solamente tuya.

Nota:
Para aquellos que no se acuerdan o no estaban todavía en este mundo, El Precio Justo fue un programa de televisión de finales de los años 80, donde el concursante tenía que adivinar el precio justo del regalo que se mostraba y se llevaba el premio el que se acercaba más al precio sin pasarse.