Qué importante es tener buena suerte, ¿verdad? La suerte de estudiar lo que uno quiere, la suerte de tener un trabajo que a uno lo llene, la suerte de… Suerte para todo.
Pero la suerte, ¿se tiene o se consigue? Hay que tentarla, salir a buscarla, no podemos limitarnos a esperar a que simplemente ocurra.
Ser afortunado es algo que hay que trabajar. El azar puede influir, pero más importante es que estemos con los ojos bien abiertos para no dejar pasar ni una sola de las oportunidades que se nos presentan.

I Desayuno de Emprendedores celebrado en el ISM.

Por ejemplo, la semana pasada fue el I Desayuno de Trabajo de Emprendedores del Sector Ambiental. Tanto si tienes trabajo como si no; si eres recién licenciado, graduado, estudiante; con máster o sin él; con experiencia o no; con inquietudes, curiosidad o nada de lo anterior, este desayuno pudo haber sido tu pizca de suerte. Conocer gente, compartir con profesionales del sector un café (¡y qué profesionales! En el hashtag #GreenNB se sucedían los nombres: Santiago Molina, Alejandro Maceira, JL Canga, V. Martín, Daniel Castaedas, …), intercambiar opiniones con veteranos y recién llegados puede abrirte unas puertas que ni siquiera pensabas que estaban ahí.
Si bien asistir a estos eventos (o seguirlo por las redes sociales) es una oportunidad, hay muchas otras maneras de abrir esas puertas. Pero todas ellas implican salir de nuestro círculo de confort, lanzarse al mundo con decisión y animarnos a equivocarnos para poder aprender y, así, crecer y cambiar nuestra suerte.

Entonces, ¿vas a confiar en tu suerte o vas a buscarla?