El campo europeo ha visto en la última década enfrentar una serie de desafíos que han llevado al sector agrícola y ganadero a una situación de crisis. El aumento de la competencia global y desleal, los cambios en las políticas agrícolas y los problemas climáticos son solo algunas de las presiones que los agricultores y ganaderos de la Unión Europea han tenido que enfrentar. Las actuales protestas y huelgas del sector agrícola y ganadero en diversas regiones de España tienen como objetivo llamar la atención sobre sus preocupaciones y exigir cambios en las políticas y condiciones laborales. Este contexto de dificultades ha llevado a una movilización sin precedentes, con miles de agricultores y ganaderos de diversos países europeos protestando ante el Parlamento Europeo en Bruselas.

Mientras que las ciudades ofrecen refugio y recursos para muchas especies de aves, los ambientes rurales también desempeñan un papel crucial en la conservación de la biodiversidad. Los ambientes rurales, que incluyen áreas agrícolas, bosques, humedales y praderas, son hogar de una gran diversidad de aves. Desde rapaces hasta pequeños paseriformes, estos entornos ofrecen una variedad de hábitats y recursos alimenticios para las aves durante todo el año. Es cada vez más acusado las primaveras silenciosas de las aves haciendo alusión al libro escrito por Rachel Carson en 1962.

Demos visibilidad y voz a las poblaciones naturales de aves que protestan cada año más silenciosas en nuestros campos, apagándose sus trinos, cantos y llamadas. El deterioro de los ambientes rurales que usan las aves se debe a un complejo combinado de factores que, de manera resumida, podemos agrupar en dos: los cambios de uso del suelo y el abandono de las tareas tradicionales en el campo. Por un lado, la intensificación de la agricultura y la ganadería, así como la conversión de tierras agrícolas en áreas urbanas en campos para energías renovables, están llevando a la pérdida de hábitat y la degradación del medio rural, lo que afecta directamente a las poblaciones de aves que dependen de estos entornos para sobrevivir. Por otro lado, el cambio al sistema de agricultura convencional ha sido demasiado rápido para que algunas aves modifiquen sus hábitos y no se extingan en el proceso y la desaparición de las especies, especialmente los insectos, de los que se alimentan. Por tanto, existe la necesidad de revisar y evaluar, correctamente y constantemente, la categoría de protección de determinadas especies que muestran un alarmante declive como la alondra ricotí, sisón común, aguilucho cenizo, cernícalo primilla, ganga ibérica y ganga ortega. En este sentido, se ha modificado recientemente la Orden TED/339/2023 para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas, por la que, entre otros, se modifica el Catálogo Español de Especies Amenazadas y se cambian a la categoría de «En peligro de extinción» el sisón común (Tetrax tetrax), la alondra ricoti (Chersophilus duponti) y todas las poblaciones de urogallo común (Tetrao urogallus). Aún así, como ejemplo tenemos el caso del icónico aguilucho cenizo (ave del año 2023 por Seo BirdLife), rapaz migratoria muy ligada a los ambientes agrarios, que se conoce un declive del 25% en los diez últimos años. En la península ibérica suele anidar en los campos de cereal, por eso, sus mayores amenazas son la cosecha temprana y las cosechadoras, los plaguicidas y herbicidas y la eliminación de linderos que afectan gravemente a esta especie catalogada como Vulnerable en el Libro Rojo de las Aves de España. Esta especie es una gran aliada de los agricultores porque se alimenta de topillos, langostas, ratones y otras aves granívoras.

Las aves en entornos rurales desempeñan funciones ecológicas vitales, incluyendo el control de plagas al alimentarse de insectos y roedores, ayudando a mantener las poblaciones de plagas bajo control y reduciendo la necesidad de pesticidas o el reciclaje de nutrientes a través de las aves carroñeras, como los buitres. Es por ello que son aliados imprescindibles de los usuarios del campo, agricultores y ganaderos.

Para proteger la diversidad de aves en los ambientes rurales, es importante conservar hábitats naturales preservando y restaurando áreas de bosques, humedales, estepas y praderas en el campo para proporcionar refugio y alimento a las aves. Promover prácticas agrícolas sostenibles fomentando el uso de técnicas agrícolas respetuosas con la vida silvestre, como la rotación de cultivos, la conservación del suelo y la reducción del uso de pesticidas y establecer áreas protegidas designando y gestionando reservas naturales y áreas protegidas en entornos rurales para garantizar la conservación a largo plazo de la biodiversidad de aves. Para conocer la distribución y las tendencias poblacionales, así como el potencial impacto de la transformación de campos de cultivo para energías renovables, se requiere de especialistas formados en seguimiento de avifauna. Un curso especialmente dedicado a ello es el que te proponemos de Técnicas Y Metodologías De Seguimiento De Avifauna de ISM.

Sin embargo, es fundamental encontrar un equilibrio entre las necesidades del sector agrícola y la protección del medio ambiente y la biodiversidad, garantizando así un futuro sostenible tanto para los agricultores como para las comunidades de aves y otros organismos silvestres. Por ejemplo, las demandas de un enfoque más sostenible y respetuoso con el medio ambiente podrían llevar a la adopción de prácticas agrícolas beneficiosas, como la conservación de setos, la creación de áreas de descanso y alimentación para las aves, y la reducción del uso de pesticidas. La crisis en el campo español y las huelgas agrícolas son fenómenos complejos que tienen implicaciones profundas para el medio ambiente, especialmente en las poblaciones de aves. Es importante abordar estos problemas de manera integral, teniendo en cuenta tanto las necesidades económicas y sociales de los agricultores como la conservación del medio ambiente y la biodiversidad. El diálogo y la colaboración entre todos los actores involucrados, incluyendo agricultores, trabajadores agrícolas, científicos, autoridades gubernamentales y organizaciones de conservación, son esenciales para encontrar soluciones sostenibles que promuevan tanto la prosperidad económica como la salud del medio ambiente. Escuchemos a la naturaleza y a los agricultores, porque sin ellos no hay futuro.